SOCIEDAD
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“Perdimos la casa entera”
Donnee Jones, con la ropa dura por el barro seco, emergió aturdida del caos que alguna vez fue su hogar frente al mar en Biloxi, ahora destruido por el huracán Katrina. “Perdimos la casa entera”, repetía ayer mientras contemplaba las ruinas en esta ciudad costera del estado de Mississipi, donde los vientos y las olas devastadoras de Katrina dejaron a miles, como ella, únicamente con lo puesto. Jones, una agente inmobiliaria de unos 50 años, ignoró los llamados de las autoridades de evacuar el área antes del pasaje de Katrina el lunes y terminó atrapada en el segundo piso de su casa ante el embate de los violentos vientos y las aguas que crecían rápidamente. “Queríamos ver si el agua iba a llegar al primer piso, para poder llevar nuestras cosas arriba. Pero no nos las llevamos lo suficientemente rápido”, narró Jones. Imposibilitada de escapar, pasó la noche escuchando en la oscuridad el golpeteo incesante de las olas. Cuando las aguas se retiraron el martes, el daño la dejó estupefacta: en la sala había hasta 2,5 metros de escombros, la cocina había desaparecido completamente, las paredes estaban semidestruidas, su auto había sido arrastrado a alguna parte y en el jardín había cuatro botes desconocidos.
Un vecino la llevó hasta la playa de estacionamiento de un centro comercial semiinundado, donde bajo un cielo azul y entre mercaderías arrastradas de las destruidas tiendas, funcionaba una improvisada cantina de emergencia para alimentar a cientos de supervivientes.
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