“Con los salarios...”
El principal problema del equipo económico es la inflación. Tienen que conseguir que el aumento del dólar arrastre lo menos posible al resto de los precios de la economía.
Por Roberto Navarro
En el Presupuesto Nacional previeron un aumento de precios para el 2002 del 14 por ciento. Pero sólo en el primer trimestre la suba fue del 9,7 por ciento. En esta entrevista, por primera vez un miembro del gobierno, el viceministro de Economía, reconoce que en el año la inflación va a ser del 45 por ciento, el triple de lo que habían estimado hace dos meses. Jorge Todesca señaló a Cash que debido a la escapada de precios, Economía está estudiando la manera de que los deudores hipotecarios no tengan que afrontar la indexación de sus cuotas por el índice de actualización CER. El funcionario indicó que la prioridad del gobierno es conseguir el acuerdo con el FMI. Y que a partir de su concreción se comenzará a abrir el corralito financiero. Para fin de año esperan poder liberar los fondos de las cajas de ahorro y cuentas corrientes.
¿Cuánto va a costar el dólar a fin de año?
–Hay dos corrientes que operan en el mercado cambiario. Una es la de ingresos y egresos de la Argentina, que es positiva. Tenemos un superávit comercial de 15 mil millones de dólares anuales y una balanza de pagos superavitaria en 5 mil millones. Entonces, si fuera por estos datos, de aquí a fin de año el dólar debería bajar y las reservas internacionales crecer. Pero además hay una masa monetaria que puede irse al mercado de cambios y generar una demanda adicional, como ya ocurrió. Que eso no suceda depende de la confianza. Lo que yo espero es que siga bajando un poco más.
¿Cuál va a ser la inflación anual?
–Se vincula estrictamente al tipo de cambio. En la medida en que no tengamos nuevos saltos en el dólar, no va a ser tan alta. Pero vamos a tener más inflación.
Hay economistas que calculan que con un dólar a 2,50 la inflación puede llegar al 60 por ciento.
–No, no tanto. Los precios van aumentar sólo como efecto de la devaluación. Alrededor del 30 por ciento de lo que termine subiendo el dólar.
Siguiendo ese parámetro, un aumento de la moneda norteamericana del 150 por ciento (2,50) significa una inflación del 45 por ciento.
–Es cierto, pero de a poco, no va a ser el mes que viene. Creo que estamos teniendo una devaluación competitiva. Es decir, los precios suben mucho menos que el dólar.
Usted está reconociendo que va a haber una inflación del 45 por ciento. Este incremento va a pulverizar los salarios. ¿Cómo piensan contrarrestar el efecto pobreza de semejante inflación?
–Los salarios privados los van a definir los empresarios y los empleados. En el sector público, por ahora, no podemos hacer nada. Pero la economía es muy dinámica. En poco tiempo las condiciones pueden cambiar.
Es difícil imaginar una suba de salarios privados con un desempleo superior al 20 por ciento.
–Es cierto, pero también hay que pensar que así se cierra cualquier posibilidad de una disparada mayor de los precios, porque se evita la escalera de convalidación. Luego de estabilizar la economía, se crecerá y ahí vendrán los aumentos salariales.
¿Cuál es el camino que piensa recorrer el equipo económico para estabilizar y reactivar la economía?
–Primero, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, porque ese es el planteo que le hicieron a la Argentina los principales países del mundo, particularmente el G7, como condición de confiabilidad y de reinserción del país en el mundo. Hoy estamos semiaislados por haber declarado el default. El financiamiento privado hacia las empresasargentinas está muy reducido o es nulo. Nuestro planteo es que el primer paso es reinsertar al país en el contexto internacional y para eso nos exigen el acuerdo con el FMI. No hay otra posibilidad. Pero este acuerdo no significa hacer cosas a partir de que se firme con el Fondo, sino concretarlas antes para conseguirlo. Como en el pasado afirmábamos que íbamos a tomar medidas y no cumplíamos, ahora no nos creen. Por eso hay que empezar realizándolas.
¿Cuál es el segundo paso después del acuerdo?
–Luego de arreglar con el Fondo hay que normalizar el sistema financiero. En ese sentido hay una fecha muy importante, que es el 15 de abril, el día en que la gente va a optar por los bonos o los depósitos reprogramados. Eso nos va a permitir tener una nueva fotografía del sistema financiero. Ver qué quedó. Al mismo tiempo estamos desarrollando nuevas herramientas, como las Letras del Banco Central y los plazos fijos bancarios a corto plazo. La apertura total del corralito será un gran paso y su concreción dependerá de que se generen las condiciones de confianza para que la gente no quiera retirar su dinero.
¿Cuándo lo van a abrir?
–Después del acuerdo con el Fondo y gradualmente se pueden ir liberando las cajas de ahorros y las cuentas corrientes. A partir de mayo o junio, cuando terminemos las negociaciones, se podrá empezar un proceso que va a durar unos meses. Pero para fin de año podría estar normalizado. Hay que ir midiendo la confianza de los depositantes. A partir de ahí, el país puede arrancar.
Para que haya reactivación hace falta crédito y para eso la gente tiene que volver a poner la plata en los bancos. ¿Cómo van a conseguirlo tan rápido?
–El tiempo que se tarde en reestablecer la confianza depende de muchas cosas: del contexto global y de cómo el sistema financiero se plante ante la gente. Hoy están a la defensiva. Para conseguir la confianza van a tener que decirle a la gente que son más sólidos. Van a tener que capitalizar los bancos. Traer plata de afuera. Si el país vuelve a ser interesante para la inversión, lo van a hacer.
¿Usted cree que si los bancos traen plata la gente a fin de año volverá a realizar plazos fijos?
–Hay que crear otros instrumentos. El sistema financiero que emerja de esta crisis va a tener que plantear otras herramientas para financiar al aparato productivo. No con plazos fijos. Porque además nunca fueron buenos para eso y esto explica en parte lo que pasó. Por eso estamos pensando en otros instrumentos financieros, como los fideicomisos, que funcionan en la órbita de un banco, pero la entidad sólo actúa como administradora. La gente no va a estar depositando en un banco, sino invirtiendo en un negocio que va a ser financiado por ese fideicomiso. Al mismo tiempo tenemos que resucitar el mercado de capitales. Esa va a ser la manera de financiar la actividad. Y así la gente va a volver a creer.
¿Piensan diseñar un plan de políticas activas para reactivar la economía?
–Estamos dando un marco macroeconómico para que el país vuelva a crecer. La nueva situación cambiaria es positiva. Vamos recuperando el Mercosur, reinsertamos las economías regionales, se va a revertir el proceso de primarización industrial. En políticas activas no empezamos a desarrollar nada todavía. La salida va a venir por el lado de las exportaciones.
Las exportaciones argentinas tienen escaso valor agregado, por lo que generan poco empleo.
–Pero crean ingresos y esos ingresos le generan capacidad de compra a quienes lo obtienen.
¿Quiere decir que el país va a vivir de lo que gastan los productores agropecuarios?
–En todos los lugares del mundo los sectores de exportación impulsan la actividad.
Pero el patrón de exportación nacional está fuertemente ligado a la producción primaria.
–Podemos volver a exportar autos, tenemos capacidad para fabricar 800 mil vehículos anuales.