[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Quizá porque es un sector muy atomizado –74 empresas y 1500 talleres conversores de vehículos– y generador de marca argentina a través del proyecto de gasoductos móviles, los empresarios del sector de GNC gozan de la simpatía del Gobierno. “Prefiero hablar con ustedes, que arriesgan su dinero, en lugar de los representantes de los accionistas”, los reivindicó el ministro de Planificación, Julio De Vido, en un reciente acto de la Cámara de Productores de GNC. El titular de ese núcleo empresario, Fausto Maranca, dialogó con Cash sobre esa actividad.
¿Qué significan los gasoductos móviles?
–Es un avance de la tecnología argentina. Se comprime el gas en módulos y se lo lleva en camiones o en trailers a poblaciones que no tienen redes de gas natural. Al ser un gasoducto móvil tiene la ventaja de que puede ir a buscar su mercado, como hace el sifonero.
¿Es un proyecto en estado germinal?
–Es un proyecto novedoso para la Argentina y para el mundo. Se está trabajando en Filipinas, en Bolivia y en Brasil y en base a este sistema se va a crear un nuevo standard internacional Made in Argentina que realmente abultará las exportaciones de GNC.
Las exportaciones suman en la actualidad 100 millones de dólares anuales.
–Tal vez no es una cifra muy relevante en este momento. Pero de algún modo significa un reconocimiento de que la tecnología argentina está muy demandada en el mundo: China, Corea, Bangladesh, India, España, Portugal, Ucrania y toda Latinoamérica. Y todo sobre la base de tecnología. Las empresas argentinas no disponemos de mucho capital de trabajo ya que aquí no se consigue financiación barata y a largo plazo.
¿Hay otros destinos de exportación a la vista?
–Tenemos más países a los que podemos exportar. La marca argentina es muy fuerte: donde hay GNC, hay tecnología local.
¿Qué aumentos hay que esperar en función del sendero de precios que se definió para el gas boca de pozo?
–Muy pocos. Tiene que resultar claro que una estación de GNC es una pequeña refinería que compra gas natural y produce un combustible que es el GNC. El gas es uno de los insumos y por ahora hubo tres aumentos del gas boca de pozo: uno del 40 por ciento y dos del 18 por ciento, que sólo resultaron en unos pocos centavos de suba del gas comprimido. De aquí al 2005 supongo que sólo puede haber unos pocos centavos por efecto del aumento del gas natural. A su vez, el sendero de precios favorable para los productores nos asegura que se seguirá con la tarea de exploración y que la provisión del insumo estará garantizada.
¿Quiere decir que no es demasiado relevante el aumento del precio del gas para definir el valor final del GNC?
–Diría que es irrelevante en relación con la suba del petróleo que se prevé de aquí al futuro.
¿De qué modo incide la suba del petróleo en el precio del GNC?
–Separa el valor de los combustibles líquidos. El gas no es un commodity de exportación y por eso tiene precios regionales mientras que el petróleo depende de lo que ocurra en el seno de la OPEP y de la acción de carteles que actúan en forma caprichosa y hacen subir el precio.
¿Le consta que el Gobierno esté pensando en subir los impuestos sobre el GNC para equiparar la carga tributaria respecto de las naftas?
–De ninguna manera. Después de haber hablado con las autoridades de la Secretaría de Energía le digo que los rumores en ese sentido son infundados. Esa fue una idea que sugirió el presidente del Instituto del Gas y el Petróleo que prefiere atacarnos en lugar de hablar de proyectos de alta tecnología como los nuestros. Sobre el gas que compramos en las estaciones de servicio se paga el 180 por ciento de impuestos. Es imposible subir esa carga sobre el GNC. Lo que quiso aquel señor (Walter Schmale) fue boicotear mercados ya establecidos.
¿Cuáles?
–El de la conversión de vehículos a GNC, algo que prospera dada la conveniencia de este combustible.
¿Existe un proyecto consistente para extender el GNC al transporte público alentado desde el Gobierno?
–Estamos conversando con el Gobierno y estamos seguros de que tendremos apoyo oficial para concretarlo. Cualquier avance depende también de lo que pase con el sector de la producción.