FINANZAS › EL CANJE DE LA DEUDA Y SU IMPACTO EN EL MERCADO BURSATIL
Optimismo, lo que sobra
La mayoría de los financistas está entusiasmada con las perspectivas del negocio bursátil del año que está por comenzar. Adelantan que la salida del default implicará un fuerte ingreso de capitales.
Por Claudio Zlotnik
Luego de algunas semanas de vacilaciones, volvieron las sonrisas a la city. Para los financistas, el hecho de que el proceso de reestructuración de la deuda se haya reencarrilado, a lo que se suma un contexto internacional cada vez más favorable, abre las puertas a buenos negocios. Es por ese motivo que aguardan un comienzo de 2005 a toda marcha. Los operadores están entusiasmados. Tanto, que muchos se preparan para un boom bursátil.
Más allá de que los plazos del canje de la deuda se cumplan en forma estricta, en el microcentro esperan que durante el primer trimestre del año se produzca una fuerte entrada de divisas. Ya no sólo de fondos de inversiones internacionales desencantados con los exiguos rendimientos de los activos financieros de los mercados desarrollados, sino también de parte de residentes argentinos que fugaron divisas antes del estallido de la crisis. En Economía estiman que el ahorro argentino en el exterior supera la friolera de 110.000 millones de dólares. El propio Roberto Lavagna admitió que al Banco Central le resultará complicado mantener el actual tipo de cambio en medio de la avalancha de billetes verdes. Para evitar que esos movimientos bruscos afecten a la economía, en el Palacio de Hacienda ya anticiparon que, de ser necesario, tomarían nuevas medidas para restringir el ingreso de capitales especulativos.
En el mercado sugieren que las buenas perspectivas no son más que una extensión de lo que sucede en Brasil. En el país vecino también se hizo evidente una fuerte entrada de divisas, de parte de inversores que aprovechan las altas tasas de interés reales. En ese escenario, en el Banco Central se preparan para continuar con las compras masivas de verdes. No hay dudas de que así será. La incógnita, en todo caso, refiere a la cantidad de pesos que la autoridad monetaria está dispuesta a esterilizar emitiendo Lebac y Nobac.
Lo cierto es que no se esperan cambios financieros bruscos. El hecho de que las tasas de interés muestran una tendencia bajista en el mercado de futuros muestra las mansas expectativas de los corredores.
Pese a que las acciones y los títulos públicos lanzados tras el default se encuentran en sus máximos históricos, en la city piensan que existen buenas chances de que sigan quebrando records. Aun cuando el rendimiento de los Boden 2012 se ubica en el 9 por ciento anual, los operadores estiman que esa renta podría seguir bajando al avanzar la transacción por la deuda. En cuanto a los papeles empresarios, una vez que se destrabó la operación por la deuda y se disipó la incertidumbre sobre el futuro inmediato del ministro de Economía, los operadores suponen que existe terreno para que, en promedio, sigan subiendo.
Lo que parece quedar claro a esta altura es que el lanzamiento del canje de la deuda funciona apenas como una excusa. Una especie de bandera verde para que los financistas se lancen a buscar buenas alternativas de inversión. Una economía en franco crecimiento y un panorama internacional que ayuda a los emergentes parecen ser las claves para tanto entusiasmo.