Junto a la negociación con el sector ganadero por el precio de la carne, el Ministerio de Economía avanza en el desarrollo de estrategias para enfrentar el estancamiento en la producción que lleva más de treinta años, además de plantear un rediseño de las exportaciones. Datos de la Secretaría de Agricultura muestran que, aunque con altibajos, el stock ganadero se mantuvo casi invariable desde 1960 hasta comienzos de la devaluación. Entre 1960 y 1977, creció de 43,4 a 61,1 millones de cabezas. Cayó a 47,1 en 1988. Y llegó a 48,5 millones de animales en pie en 2002. Según información extraoficial, en los últimos años se produjo un aumento en la cantidad de vacunos, que rondaría entre 54 y 57 millones.

La escasa movilidad en el stock tiene su correlato en el nivel de producción de carne. Hace treinta años, se faenaban 2,9 millones de toneladas de res con hueso. En 2005, cerca de doscientos mil ganaderos produjeron 3,1 millones de toneladas. Cifra que sólo fue superada en 1978, con una faena total de 3,2 millones de toneladas para cerca de 27 millones de habitantes.

Con el objeto de revertir esta situación, el plan de Economía busca establecer un reordenamiento del mercado interno y un aumento de la oferta de carne, mediante una mayor intervención del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria en las decisiones de investigación y extensión de prácticas ganaderas de avanzada. Además, propone ampliar las posiciones arancelarias, es decir, diferenciar aquellos cortes de carne que estarán destinados a la exportación de los que se quedarán para consumo interno. Esa estratificación permitirá vender cortes populares a bajo precio en el mercado local y destinar al exterior los más caros. También los frigoríficos, con apoyo de algunas entidades productoras, proponen que haya cortes de carnes populares con precios sugeridos, que estén subvencionados por el precio de los cortes traseros destinados al mercado externo.

El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, Javier Jayo Ordoqui, advirtió que es necesario aumentar el stock y mejorar la eficiencia del rodeo nacional. “Hoy la cría se hace en los peores campos y eso va en contra del nivel de parición. Pero no es suficiente con el crédito a tasas bajas. Para que un productor invierta y se endeude, debe tener un horizonte de rentabilidad”, dijo Ordoqui a Cash.

Según el análisis del investigador de la Flacso, Eduardo Basualdo, hubo una caída inédita del stock ganadero desde la implementación de la reforma financiera en 1977, una leve reactivación hasta 1995 y nuevamente una caída hasta la recuperación actual. “Este movimiento se dio por la pérdida del mercado externo, que se recobró después de la devaluación; por el establecimiento de precios relativos favorables a la agricultura, y por el régimen de valorización financiera vigente desde los setenta, que generó la convivencia de tres precios distintos en el sector: el agrícola, el ganadero y la tasa de interés. Esta gran caída del stock está influida por la salida de recursos del sector agrícola pampeano hacia las tasas de interés”, explicó Basualdo.

El otro conflicto que tiene sumergidos a funcionarios y empresarios es el de las exportaciones, que en los últimos años aumentaron frente a una caída del consumo interno. Un informe elaborado por la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario revela que desde la apertura de los mercados, en febrero de 2002, las exportaciones se quintuplicaron y los valores facturados se sextuplicaron. Por su parte, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos afirma que la Argentina exportaba 359 mil toneladas de res con hueso en 1999, menos que Brasil, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y los países asiáticos. En 2005, llegó a ser el tercer exportador de carne a nivel mundial con ventas de 759 mil toneladas, sólo superado por Brasil, con 1,867 millones, y Australia, con 1,413 millones. Antes de la reciente suspensión, Agricultura tenía como objetivo alcanzar el millón de toneladas en ventas al exterior. Con este propósito, el plan elaborado por el Gobierno también contempla medidas para normalizar las exportaciones en forma escalonada y selectiva.