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Por Claudio Lozano
Director del Instituto
de Estudios y Formación
de la CTA



Resulta interesante efectuar el siguiente ejercicio:
1. Al comenzar Duhalde su gestión, la Argentina mantenía reservas por un valor de 14.500 millones de dólares.
2. Considerando los datos del Indec para el primer semestre del balance de pagos resulta que el saldo comercial favorable asciende a 8427 millones de dólares
3. Si asumimos que nada más ocurrió y sumamos 1 y 2 surge que Argentina debería haber incrementado sus reservas en la cifra resultado del balance comercial. Tendríamos entonces 22.927 millones.
4. Pero como nuestro país tiene un balance negativo en los servicios que acompañan su intercambio comercial (-1028 millones) y realizó pagos por deuda equivalentes a 3366 millones, podemos convenir que las reservas deberían ser el resultado de descontar las dos cifras expuestas a los 22.927 millones que mencionáramos en el punto 3. Así, las reservas internacionales de la Argentina deberían ser 18.533 millones.
5. Sin embargo, el propio Banco Central nos informa que al finalizar el semestre las reservas eran de 9630 millones. ¿Dónde está la diferencia de 8903 millones?
6. La información que aparece en el balance de pagos permite identificar que en los seis meses considerados, el denominado “Sector Privado No Financiero” mostró un resultado negativo equivalente a 8439 millones. Traducido, el ítem mencionado refleja la “fuga colosal de capitales” que se perpetró en apenas seis meses por parte de las principales fortunas y grupos empresarios de nuestro país.
7. Si bien no hay información precisa, proyectando el comportamiento del intercambio comercial durante el tercer trimestre, surge que entre junio y setiembre debieran haber ingresado unos 3700 millones más. Sin embargo, las reservas no se incrementaron sino que son ligeramente inferiores a las declaradas en junio, pese a que no se conoce la realización de pagos significativos por parte de la autoridad económica.
8. Así las cosas, la fuga total al finalizar setiembre se ubicaría en los 12.000 millones.
Conclusión:
Mientras la presente política arroja unos 10.000 niños y adolescentes a la pobreza, permite una fuga tal que con sólo el 40 por ciento de esa cifra que aquí se ha presentado se hubiera podido erradicar la pobreza de nuestro país. Las opciones neopopulistas del ministro Lavagna constituyen una verdadera tragedia ya que sólo se explican en el marco de una política que permite que el abultado saldo comercial construido sobre la recesión, el sacrificio y la penuria de los argentinos, en lugar de financiar una estrategia de reactivación, sirva para sostener el posicionamiento en divisas de los principales agentes económicos del país.