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Una zoncera bastante escuchada durante 2009 era la que decía que Argentina iba a tener que importar carne y trigo. Confederaciones Rurales Argentinas, una de las entidades patronales del campo, hacía público un informe donde afirmaba que en 2011 se importaría carne vacuna para satisfacer el mercado de consumo interno. El mayor exponente de esta zoncera fue Hugo Biolcati, titular de la Sociedad Rural. En junio de 2009, basado en un estudio realizado por el Instituto de Estudios Económicos de la SRA, Biolcati señalaba que “la ausencia de una verdadera política agropecuaria está destruyendo las principales actividades productivas del país, como la carne, el trigo y la leche, que llegaron a ser verdaderos emblemas nacionales reconocidos en todo el mundo”. Luego vaticinó que para 2010 se tendría que importar carne y trigo, con lo cual “la Argentina va a celebrar el Bicentenario comiendo carne uruguaya, cuando en el Centenario era el granero del mundo y productor de la mejor carne”.

Con respecto a la carne, Biolcati afirmó que “la liquidación de vientres llega al 54 por ciento. En el último año, se perdieron 3 millones de cabezas de ganado por falta de políticas adecuadas”, mientras que para el trigo declaró que “de los tres millones de hectáreas estimadas, difícilmente se llegue a 2,5 millones. La superficie sembrada estará finalmente entre 2,0 y 2,5 millones, cuando el promedio de los últimos cinco años fue de 5,4 millones de hectáreas. Si este pronóstico se cumple, la producción estará por debajo de los 5,9 millones de toneladas que consume el mercado interno”.

Nada de esto sucedió. No solo la Argentina no importó carne ni trigo, sino que además Biolcati olvidó mencionar que la principal causa de los problemas en el sector agropecuario fue la sequía que azotó al país durante ese período, que según el INTA fue la peor de los últimos 70 años. A pesar de sus groseros desaciertos, en el discurso inaugural de la 69ª Exposición de la Sociedad Rural de Neuquén, Biolcati volvió a augurar que “faltará pan, carne y leche en la mesa de los argentinos si el gobierno de Cristina Kirchner no cambia sus políticas agropecuarias”. Sin embargo, durante el último cuatrimestre de 2010 la faena de hembras rondó el 40 por ciento, cifra que se ubica muy por debajo del valor que se toma como referencia para el proceso de retención. De esta forma el año que se inicia encuentra al sector ganadero bovino en plena fase del mencionado ciclo de retención, producto del cambio rotundo en las perspectivas del productor. Al disponer de elevados precios para la venta de hacienda y condiciones climatológicas favorables que aseguran una adecuada oferta forrajera, el ganadero ha recuperado nuevamente los incentivos suficientes para retener a las hembras en los planteos reproductivos.

A la vez, las estimaciones de enero del Ministerio de Agricultura muestran que para la cosecha de trigo 2010/2011 el área sembrada rondará los 4,35 millones de hectáreas y la producción los 14 millones de toneladas, es decir, prácticamente el doble de la cosecha anterior. También se espera que se establezca un nuevo record histórico del rinde ubicado en aproximadamente 2831 kilogramos por hectárea

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