[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por Natalia Aruguete

Si finalmente se concreta la audiencia pública prevista para el próximo 4 de febrero, la canadiense Meridian Gold, a través de Minera El Desquite, ejecutará un proyecto de extracción de oro y plata en el Cordón de Esquel, en la provincia de Chubut, durante los próximos diez años. Especialistas del sector y organizaciones no gubernamentales sostienen que la iniciativa será muy provechosa... para la firma extranjera. Para la provincia sólo implicará, aseguran, la contaminación de las aguas y enfermedades irreversibles en la población.
Luego de años de cateo y exploración, se descubrió un depósito con vetas de oro y plata en el Cordón de Esquel. El objetivo es explotar un yacimiento que abarca un área de 1400 kilómetros cuadrados, durante los próximos 10 años. Se estima que los recursos de la mina alcanzan las tres millones de onzas de oro y un promedio de 8,5 gramos de oro por tonelada.
A partir de la fusión de Meridian Gold con la compañía inglesa Brancote Holdings PLC –accionista mayoritaria de Minera El Desquite–, la firma canadiense tiene el control del proyecto, que podría aportar ganancias similares a las que obtiene en su mina El Peñón, ubicada en la zona norte de Chile. En Esquel, se presume que la facturación anual será de 150 millones de dólares. Esa proyección se modificó a favor de la firma, puesto que la elevada desocupación redujo los valores de hora-máquina en un 25 por ciento.
Al margen de contar con el apoyo del gobierno, el megaproyecto ha dividido al pueblo esquelense. Mientras los proveedores de cal e insumos químicos, las empresas constructoras, las estaciones de servicio y algunos sectores del turismo creen que se reactivará su negocio en el corto plazo, buena parte de la población, la comunidad mapuche y la universidad zonal denunciaron los perjuicios que podría ocasionar el método que se utilizará para la extracción de oro y plata. Docentes de la Universidad Nacional de la Patagonia advierten que la utilización de cianuro de sodio para la captación del oro a cielo abierto, por medio del proceso de lixiviación, será altamente contaminante para las aguas y el suelo de la Patagonia.
El proceso consiste en disolver el cianuro en agua formando una solución en la que se vuelca el mineral triturado. Producto de la reacción química, el sodio se combina con el agua mientras que el cianuro se une con el oro y la plata y extrae hasta un 99 por ciento del metal contenido en la roca. El cianuro tiene además la cualidad de captar metales pesados como el plomo, el mercurio y el arsénico, que mediante el drenaje llegarán a las aguas superficiales y subterráneas.
La bioquímica Marta Sahores explicó a Cash que no sólo afectará los lagos, sino que la contaminación es bioacumulable, atraviesa toda la cadena alimentaria. Son metales que el organismo humano no puede eliminar, persisten en el cuerpo y allí ejercen efectos tóxicos irreparables. Por su parte, el director de Minas de Chubut, Guillermo Hughes, reconoció hace unos días la existencia de residuos peligrosos y cianuro en la mina Angela.
La empresa logró convencer a la gente más pobre del lugar, aunque la oferta inicial de 700 puestos de trabajo bajó a 260. Hoy la lista de inscriptos llega a 7000. Una vez concluida la construcción de la mina -aproximadamente un año–, los puestos laborales se reducirán al mínimo.
Los beneficios para la empresa no son pocos: sólo debe pagar un canon a la Nación del 2 por ciento sobre el valor del mineral en boca de mina, y para el gobierno provincial no más de un 3 por ciento. Además, la Ley de Promoción Minera establece “estabilidad fiscal”, es decir, por treinta años se congelan las cargas tributarias nacionales, provinciales y municipales y se otorgan cinco años de gracia. Tampoco pagan el impuesto automotor ni el de sellos. Cuentan con un descuento del impuesto a las ganancias por tareas de exploración y ensayos, compra de equipos, maquinarias y vehículos. La sanción de la Ley de Actividad Minera estableció reducciones en materia impositiva con efecto retroactivo, lo que derivó en la devolución de más de un millón de pesos a Minera El Desquite. Setenta días después de dicho reintegro, se implementó el descuento del 13 por ciento para jubilados y estatales. A estas disposiciones se agrega que la firma no debe pagar derechos de importación ni está obligada a liquidar los dólares obtenidos en el país, una decisión clave, debido al carácter eminentemente exportador de los proyectos mineros. Meridian invitará a las principales firmas de ingeniería a una licitación internacional para construir la mina. La convocatoria pone en duda que las fuentes de trabajo prometidas sean para los pobladores locales.