CRISIS BANCARIA Y FINANCIAMIENTO A PEQUEÑAS Y MEDIANAS EMPRESAS
“La opción es la cooperativa”
Ante la ausencia de crédito en el sistema bancario tradicional, se propone el renacimiento de las cooperativas de ahorro y crédito. El Instituto Nacional de Economía Social y el Movimiento Cooperativo están tras ese proyecto, con asesoramiento del Inaes.
Por Fernando Krakowiak
El Instituto Nacional de Economía Social y las entidades que conforman el Movimiento Cooperativo están a punto de presentar un proyecto de ley para posibilitar el resurgimiento de las cooperativas de ahorro y crédito en el país. La iniciativa busca generar vías de financiación para las pequeñas y medianas empresas y para las personas de bajos recursos que durante los últimos años no han podido calificar para la obtención de préstamos bancarios. Para conocer las ventajas del sistema de ahorro solidario, Cash dialogó con el norteamericano Brian Branch, vicepresidente del Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito, entidad que asesoró al Inaes para la confección del proyecto. Branch afirmó que “están dadas las condiciones para una rápida expansión del crédito cooperativo” y remarcó que, según sus cálculos, “en el corto plazo las cooperativas podrían llegar a asistir a un 15 por ciento de la población a tasas más bajas que las que ofrecen los bancos porque no persiguen fines de lucro”.
¿Están dadas las condiciones para el resurgimiento de las cooperativas de ahorro y crédito?
–Creemos que están dadas las condiciones para una rápida expansión del crédito cooperativo. Hemos notado la ausencia de servicios financieros en el país, fundamentalmente en las áreas rurales. Hay mucha liquidez, pero la gente no tiene confianza en las instituciones financieras para depositar sus ahorros y, por lo tanto, hay muy poco crédito para las actividades productivas y para impulsar la construcción de viviendas. Las cooperativas pueden ofrecer una alternativa para que la gente de ingresos medios y bajos tenga un lugar seguro donde depositar sus ahorros y donde sacar pequeños créditos. Estas cooperativas tuvieron un desarrollo importante en el país en las décadas del ‘60 y ‘70, pero luego dejaron de existir. La sanción de una ley que regule la actividad posibilitará su resurgimiento.
¿Hay estimaciones sobre qué porcentaje del ahorro y crédito podrían captar las cooperativas?
–En Ecuador las cooperativas brindan servicios financieros al 15 por ciento de la población y nosotros suponemos que en el corto plazo un porcentaje similar podría estar atendido en Argentina por las cooperativas de ahorro y crédito.
¿Por qué quienes no confían en los bancos deberían confiar en las cooperativas?
–En las cooperativas cada socio que deposita sus ahorros tiene el derecho de monitorear los resultados de la institución. Participa en la asamblea general, elige al consejo de administración y los directivos tienen que rendir cuentas permanentemente. Cada asociado tiene un voto, a diferencia de las corporaciones con fines de lucro donde los accionistas votan de acuerdo con el número de acciones que tienen. Además, existe una fiscalización externa. En algunos países las cooperativas son supervisadas por el Banco Central y, en otros, hay una institución especializada en la supervisión financiera de las cooperativas, que depende de Presidencia o del Ministerio de Economía.
¿Qué otras ventajas otorga el sistema?
–A diferencia de los bancos y otras instituciones financieras, el objetivo de las cooperativas no es generar riqueza para sus accionistas. Por lo tanto, la tasa para tomar un crédito es más accesible porque sólo apunta a cubrir los costos de administración, provisiones por posibles pérdidas y a garantizar la rentabilidad de quien depositó sus ahorros en la institución. Además, las cooperativas trabajan con menos requisitos de garantías porque, al desplegar sus actividades en ámbitos geográficos acotados, los socios se conocen y en muchos casos se impone la confianza que se le tiene al solicitante del préstamo.
¿Qué puntos en común tienen con el banco para pobres que impulsa Muhammad Yunus?
–En muchos casos servimos nichos de mercado parecidos. El Grameen Bank de Yunus tiene financiamiento que viene de donantes. Ellos organizan grupos solidarios, dan créditos muy pequeños y todos los integrantes del grupo son responsables para que todos paguen. Las cooperativas no dependen de una fuente de financiamiento externo. Son los ahorros de los depositantes los que financian los créditos.
¿En qué países tienen mayor desarrollo las cooperativas de ahorro y crédito?
–Actualmente, existen 37 mil cooperativas de ahorro y crédito que brindan servicios financieros a 112 millones de socios en 87 países. El mayor desarrollo se dio en Estados Unidos donde un 39 por ciento de la población es socia de cooperativas, las cuales movilizan 450 mil millones de dólares en ahorros. En Canadá el 23 por ciento de la población recibe servicios de las cooperativas. También es alta la penetración en Australia, Inglaterra e Irlanda.
¿Y en América latina?
–En muchos países de América latina las cooperativas son la fuente de financiamiento más grande para las pequeñas y medianas empresas. En Brasil tienen un millón de socios y en Paraguay y Uruguay también están muy desarrolladas. El único país del Mercosur en el que todavía no funcionan es en Argentina.