LA ELIMINACIóN DEL CVS EN DEUDAS HIPOTECARIAS
Recuperar el crédito
Por Moises Resnick Brenner
Presidente de la Comisión
de Economía del Centro Argentino de Ingenieros
No se puede estar retocando los índices cada vez que alguno se dispara. La solución debe ser definitiva y surge de las propias palabras del presidente Kirchner. Hace pocos semanas, anunciaba en Londres que en el mundo respetar la justicia y los derechos humanos vale tanto como pagar la deuda. Y de eso se trata: debemos dejar de referirnos a la “vivienda de interés social” para resaltar el “interés social de la vivienda”, adoptando soluciones que permitan compensar la pérdida del salario respecto del costo de vida.
La forma de resolverlo es ajustar la cuota por el salario real, o sea, la variación del Indice del Salario sobre el de Costo de Vida o Precios al Consumidor, creando un fondo compensador anticíclico para compensar a las entidades de otorgamiento de ese subsidio explícito a la demanda.
El ajuste monetario en la vivienda es indispensable tanto para la construcción como para los créditos y alquileres. La filosofía de ese reajuste es que el que recibe un préstamo devuelva al sistema las sumas necesarias para que el mismo pueda seguir prestando la misma cantidad de metros cuadrados a los compradores posteriores. No siendo el dinero un fin ni un valor en sí mismo sino un medio que, como denominador común, permite mensurar cosas y acciones muy dispares en el intercambio, aquella igualdad exige que la equivalencia de las prestaciones recíprocas responda a la realidad de sus valores y al fin de cada una de ellas.
Al momento de la sustitución del CER por el CVS se formularon advertencias respecto de que un aumento en los salarios contenidos iba a ser el detonante que hoy se produjo con los anuncios y que afecta –según estimaciones– de 300 mil a 500 mil deudores bancarios que representaría una masa del orden de los 12.000 millones de pesos, de los cuales el 80 por ciento correspondería a créditos hipotecarios y el resto a préstamos prendarios y personales.
Para mantener la capacidad prestable de las carteras de los bancos, la porción de capital debe ser ajustada por el índice de la construcción, mientras que las cuotas mensuales lo deben hacer por el salario real, que permite hacerlo sólo cuando la economía crece y se mejora la distribución del ingreso y vinculado con el porcentaje del ingreso familiar. Las experiencias vividas en los últimos 35 años en materia de vivienda demuestran que los ajustes en las cuotas sólo son pagables cuando se relacionan armónicamente con las variables que inciden en las mismas, en este caso el salario real.
Si la sociedad es la que genera una estructura económica que produce una baja en el salario real, es la que debe compensarla con un “subsidio explícito a la demanda”, que compense a las entidades por esa diferencia, que es la manera de instrumentar una política que demuestre el “interés social de la vivienda”.