El sistema financiero completó el tercer año consecutivo con utilidades, al obtener en 2007 resultados positivos equivalentes al 1,5 por ciento del activo total de la banca, según datos del Banco Central. En diciembre pasado, los bancos embolsaron 640 millones de pesos y consolidaron el patrón anual de beneficios, que sumó 3940 millones. El 86 por ciento de las entidades que operan en la plaza doméstica tuvo una performance positiva: las privadas arrojaron ganancias contables de 1,6 por ciento del activo en el año ($ 2485 millones), en tanto que las públicas se ubicaron un escalón más abajo, con 1,2 punto porcentual.

A pocos días del inicio de las paritarias del sector, el Informe sobre Bancos del Central destaca que una de las razones del buen desempeño del sistema radica en la calidad de la cartera privada, que en diciembre exhibió un ratio de morosidad de 3,2 por ciento de las financiaciones, el menor de la historia. La reducción en la irregularidad fue impulsada por los préstamos destinados al sector corporativo. En cambio, las líneas relacionadas con el consumo (préstamos personales y tarjetas de crédito) sufrieron un aumento de la morosidad, que llegó a 3,6 por ciento luego de incrementarse 0,6 por ciento en 2007. La expansión del crédito privado en los últimos tres años fue superior al 40 por ciento, pero aun ese ritmo de crecimiento no alcanzó para imprimirle el protagonismo de otras épocas: la participación del crédito en el PIB llegó en 2007 a 12,5 por ciento, casi la mitad que diez años atrás.

“Nuevamente los bancos tienen una altísima rentabilidad, como siempre, aun cuando no cumplen con el rol que les es exigible: acompañar a la economía real”, sostuvo el secretario de prensa de la Asociación Bancaria, Eduardo Berrozpe, quien además expresó que los buenos dividendos de los bancos “demuestran la injusticia del sector privado de no cumplir con la legislación laboral y de pagar un salario inicial que en muchos casos no alcanza para satisfacer las exigencias de vestimenta que impone la actividad”.

Peso más, peso menos, los principales bancos locales rondarán ganancias netas superiores a los 100 millones de pesos, con topes de hasta 900 millones en 2007. Entre los que ya informaron oficialmente sus resultados está el Santander, que recolectó en su filial de la Argentina unos 188 millones de euros, superando en 27 por ciento los dividendos de 2006. El Banco Macro anunció una renta de 495 millones de pesos (17% superior a la del año anterior). Las ganancias de la plaza doméstica van a contramano de la tendencia de algunos países desarrollados: en Suiza, el UBS declaró pérdidas por 18 mil millones de dólares y el Citigroup de Estados Unidos sufrió cargos de más de 30 mil millones en el segundo semestre del año pasado. Según la información que dejó trascender esta semana el Wall Street Journal, el Citigroup se desprendería de algunos de sus negocios fuera de los Estados Unidos para tratar de paliar las pérdidas infligidas por la crisis de las hipotecas subprime.

En cambio, el patrimonio neto de la banca local se robusteció casi un 12 por ciento en 2007. Además, la ganancia acumulada en los últimos tres años permitió cubrir el 40 por ciento de las pérdidas declaradas tras la profunda crisis de 2001. De acuerdo con el informe del Banco Central, ciertos rubros asociados a esa crisis “están próximos a desaparecer de los balances de los bancos”, ya que la amortización de amparos llegó al 87 por ciento del total y los redescuentos de ese período representan actualmente sólo medio punto porcentual del pasivo del sistema.

Con la crisis de 2001 casi exclusivamente como un mal recuerdo, y la buena seguidilla de ganancias, en la Asociación Bancaria no entienden que no se promueva un nuevo esquema de banca de desarrollo, aunque admiten que la designación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Nación es “promisoria”. La funcionaria hizo explícita su intención de darle a ese banco un perfil más productivo y esta semana puso en funcionamiento nuevas líneas para inquilinos y pymes.

En diálogo con Cash, Berrozpe aseguró: “La crisis financiera internacional es otro síntoma que demuestra que el modelo de gestión del sistema está agotado y que el paradigma empresario quebró: las prácticas de ingeniería financiera especulativa y contabilidad creativa tienen que dejar lugar a la transparencia y a un modelo de banca de desarrollo, en el que el Banco Central tenga el rol de orientador del ahorro nacional hacia las empresas y familias que necesitan financiamiento a mediano y largo plazo”.

Los reclamos gremiales pronto se escucharán, también, en la mesa de negociación por la actualización del salario bancario. “Aún no está definido, pero el planteo de aumento estará más cerca del 30 que del 20 por ciento”, señaló el vocero del sindicato que lidera Juan José Zanola, un incremento más ambicioso que el 14 por ciento acordado en 2007.