El Banco Central comenzó a publicar esta semana un informe mensual de la evolución del balance cambiario, documento que permite observar cuáles son los flujos de entrada y salida de divisas de la economía local. Esta información se difundía hasta el momento agrupado por trimestres. Uno de los datos notables de la nueva publicación de la entidad monetaria es la compra de moneda extranjera para ahorro. La adquisición de billetes sumó 1451 millones de dólares en julio, con 653 mil personas que realizaron operaciones. De este total, 777 millones de dólares fueron adquiridos por individuos que realizaron transacciones menores a los 10 mil dólares, lo que puede clasificarse como ahorro minorista.

La autoridad monetaria no lo precisa, pero es posible estimar que a lo sumo 78 mil personas, es decir un 11 por ciento de quienes compraron dólares en julio lo hicieron por montos menores a los 10 mil dólares. El dato no es menor porque permite tener una dimensión de cuántos pequeños ahorristas computaron alguna tensión cuando se impusieron controles totales a la adquisición de moneda extranjera en 2012 y, al mismo tiempo, evidencia que los principales perjudicados fueron compradores con elevada capacidad de ahorro. A partir de 2014, cuando se fijaron reglas para la compra de dólares para atesoramiento, los montos que se desembolsaron por mes fueron casi idénticos a los de julio de 2016.

El documento del Central detalla que, además de los 777 millones de dólares adquiridos por “el chiquitaje”, se acumularon compras por 365 millones de dólares al sumar las operaciones de compra individuales de entre 10 y 100 mil dólares, 129 millones entre 100 y 500 mil dólares, 95 millones entre 500 mil y 2 millones y 50 millones en compras mayores a los 2 millones.

El organismo a cargo de Federico Sturzenegger también registró que la formación de activos externos no fue sólo por las compras de billetes físicos sino que hubo adquisición de divisas para girar al exterior (en el informe se computa como “transferencias brutas al exterior de libre disponibilidad”) por un total de 665 millones de dólares. Estas compras fueron realizadas por sólo 700 clientes, de los cuales el 85 por ciento hizo operaciones por más de 1 millón de dólares. La fuga de capitales de este segmento con importante capacidad de dolarización de la cartera fue cero en meses anteriores a la megadevaluación de diciembre, cuando se avanzó en la apertura irrestricta de la cuenta capital y financiera.

En el documento mensual de la autoridad monetaria, además de computarse los movimientos asociados con la formación de activos externos del sector privado (atesoramiento en moneda extranjera), se dieron detalles de la fuga de divisas por cuenta turismo. La compra de dólares para vacaciones en el exterior ascendió a 650 millones de dólares en julio. En lo que va del año, acumuló 4768 millones, cuando había sido de 4300 millones en el mismo período de 2015. En lo que refiere los pagos para pasajes, en tanto, salieron 121 millones de dólares en julio y se acumularon pagos por 987 millones en 2016, contra los 746 millones que se registraron en el mismo período del año pasado.

Mientras aumenta la fuga de capitales en los últimos meses, la llegada de divisas por inversiones no se materializa. El informe del Central precisó que inversiones extranjeras directas de julio sumaron 160 millones de dólares, cuando habían sido 192 millones el mismo mes del 2015. El shock de confianza promocionado por el Gobierno no llegó con el inicio del segundo semestre.