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Las señales del mercado internacional parecen empeñadas en apuntalar el proceso de sojización argentina. Esta vez las noticias vinieron de fuera del complejo sojero, aunque del mismo lugar de donde sale el grueso de los datos que hace temblar las cotizaciones en los mercados mundiales. Un informe de la USDA, el departamento de Agricultura estadounidense, reveló que para este año las perspectivas para el trigo serán brillantes. Brillantes para la producción y, en consecuencia, la oferta crecerá más que la demanda, lo que significará que el precio del trigo bajará o, como prefiere informar un estudio del IICA, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura de la OEA, habrá “una fuerte competencia en el mercado mundial”. Dado que la soja mantendrá sus excelentes niveles de rentabilidad, en el campo argentino esto podría traducirse en que los agricultores que se mostraban remisos a la rotación, tendrán ahora una nueva razón para dudar.
Analizar el comportamiento del mercado mundial de trigo es una tarea interesante debido a que los mercados de commodities funcionan en concordancia con como, se supone, deberían funcionar “los mercados” según los libros de texto: hay leves distorsiones por la actividad de grandes operadores, pero en general son competitivos y existe algo bastante parecido a la “información completa”. En los últimos meses, la USDA proyectó un aumento de la producción de trigo en China, Europa y Estados Unidos, entre otras naciones, información que suele estar en línea aproximada con las proyecciones realizadas por los propios países. La estimación inicial es que el mercado dispondrá en el 2004/5 de 60 millones de toneladas más que en el período anterior, lo que llevará la producción global a más de 610 millones de toneladas. Los nuevos valores representarán un record histórico que no será equilibrado por un aumento similar de la demanda mundial, que sólo se espera crezca en 5 millones de toneladas. El resultado previsible será la caída de precios.
De acuerdo con el IICA, el desglose entre países muestra que el único dato realmente positivo para la demanda proviene de China, que se convertirá en el primer importador mundial de trigo y, por primera vez, en importador neto de cereales, un nuevo dato sobre su impresionante revolución industrial. Sin embargo, también hay quienes creen que estas importaciones están sobreestimadas. Brasil, en tanto, planea aumentos en su producción, que espera supere los 60 millones de toneladas, y por lo tanto reducción en sus compras.
En la Argentina, estos datos se suman a la proximidad de la cosecha, que a su vez se agregan a la significativa acumulación de stock de la recolección anterior y a la disminución de la demanda de la industria brasileña. El camino lógico para los exportadores locales será la búsqueda de mercados alternativos en un mercado mundial que estará sobreofertado, por ejemplo por el trigo europeo. Otra “buena noticia” es que Brasil está negociando con Rusia la importación de trigos duros a cambio de la reapertura del mercado ruso para la carne brasileña, exportaciones que están suspendidas desde el 20 de septiembre. ¿Cómo se traduce todo esto en términos de precios? En el Mercado a Término de Buenos Aires, la tonelada de trigo para enero del 2005 ronda los 95 dólares. En el primer trimestre del 2004 ese valor era de más de 150 dólares.