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Por Aldo Garzón

El reciente acuerdo con Brasil, que beneficia las exportaciones de la industria automotriz local, se firmó sobre la base de “limpiar la mesa” de denuncias sobre maniobras de dumping, lo que implica que, por ejemplo, el trámite para aplicar aranceles compensatorios a la importación de carne porcina brasileña ha quedado suspendido.
Para Juan Ucelli, de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, este trueque revela que la costumbre de utilizar a los sectores más eficientes como moneda de cambio con Brasil, para salvarles la ropa a las automotrices, no se ha perdido a pesar del “pacto con la producción” que anunciara el presidente Duhalde al principio de su interinato.
La denuncia contra los exportadores brasileños se había radicado en noviembre pasado, luego de una investigación que señalaba que se estaba importando carne porcina a un precio que, en algunos casos, era un 60 por ciento inferior al del mercado de origen.
Desde fines del año pasado el consumo interno de carne porcina, ya sea cortes frescos o fiambres, cayó de 8 a 4 kilos por habitante, lo que genera un mayor excedente para la exportación. Por otra parte, la participación de los productos importados en este sector, que en noviembre era del 45 por ciento, ahora apenas si llega al 0,1 por ciento. Pero esto último no se debe, según Ucelli, a una menor capacidad exportadora de Brasil sino a que los empresarios de ese país temen por el cobro de sus ventas.
El acuerdo con Brasil prevé, precisamente, garantizar las cobranzas a través de los bancos centrales de ambos países, de manera que, en perspectiva, nuevamente podría darse otra avalancha de fiambres brasileños. El problema reside en que, mientras falta financiación para exportar, se concede esa ventaja para importar. Aun así, debido a la baja de costos por la devaluación y a los mayores saldos exportables, los frigoríficos argentinos tratan de armar consorcios para exportar a Hong Kong, Rusia, algunos países de Africa y el resto de América latina, ya que los volúmenes que se demandan son muy grandes.