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“Sabemos de la importancia que tiene la Iglesia en nuestra sociedad, sobre todo en los lugares más alejados, donde se desarrolla la minería y donde la gente –gracias a Dios, digo yo– es fuertemente creyente”, sostuvo Jorge Mayoral, secretario de Minería, cuando el medio Panorama Minero lo interrogó acerca de la entrevista que mantuvo el funcionario con el cardenal Jorge Bergoglio. La publicación afirma que Mayoral “ha desarrollado reuniones de real importancia para el sector, destacándose el encuentro mantenido con el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, en cuya oportunidad el alto funcionario dialogó con amplitud sobre los temas de la minería”.
Según reflexiona Mayoral, los sectores productivos, “y el nuestro (por la minería) no es una excepción”, deben mantener “las relaciones necesarias como para poder generar el marco de previsibilidad que necesita el mundo de la inversión, del trabajo, el servicio y el comercio”. El miembro del equipo de Roberto Lavagna indicó: “Nosotros pusimos en evidencia el compromiso que tiene la minería con la comunidad”. Tras la reciente tragedia en Río Turbio, esa afirmación parece como mínimo temeraria. Por lo demás, Mayoral habla como un hombre del sector, y no como un miembro del Gobierno cuya misión consiste en ocuparse de la política minera.
Siempre según Mayoral, Bergoglio es “un obispo que, además de tener mucha sensibilidad social, tiene amplio conocimiento de las dificultades que se presentan en el compromiso de invertir y desarrollar proyectos... Creo que tendremos en monseñor Bergoglio un aliado muy fuerte para seguir trazando políticas que promuevan el desarrollo de nuestro sector, y me comprometió a reunirnos más seguido para hablar de estos temas”. Lo cierto es que Bergoglio cumple con una nutrida y muy variada agenda de entrevistas, y que es visto por muchos como un sucedáneo local del Papa. Lo que ni Mayoral ni su entrevistador aclaran es de qué manera podrá favorecer la Iglesia a la minería.