E-CASH DE LECTORES
A Marcelo Matellanes
"El hombre libre en nada piensa menos que en la muerte,
y su sabiduría es una meditación no sobre la muerte,
sino sobre la vida".
Baruch de Spinoza, Etica, IV.
La constante indagación sobre la vida y la libertad humana fue la lucha perseverante que marcó el largo derrotero del andar filosófico del maestro Marcelo Matellanes. Generalmente, en Taekwondo, y en la mayoría de las artes orientales, denominamos maestro a aquella persona que nos marca un camino, éste es el caso de Marcelo, que nos legó esta búsqueda en sus enseñanzas. Con él, desde las aulas, comprendimos que la economía es una relación social esencialmente humana, que debe entender cuál es el sustento moral y ético que la impulsa, para poder generar prácticas sociales diferentes a la humillación que hoy vive la humanidad en las relaciones mercantiles del capitalismo. Comprendimos también que esta práctica no podía ser dogmática, y que debía estar constantemente replanteada, en el marco de una relación histórica. Por eso, nos deslumbraba con su manejo de Spinoza, pero también nos presentaba diversos enfoques y visiones, para llegar al resultado exacto de la comprensión de la vida y la libertad. Así, en los ‘90 fue vanguardia enseñando el regulacionismo francés o el derivacionismo alemán. Además de legarnos una abundante producción teórica, donde en su último libro se preocupa por el destino de la humanidad. Pero Marcelo también fue un hombre de lucha; militante persistente, que se sumaba a cuanta reivindicación justa encontraba en su camino. Sin perder su andar elegante, siempre estaba presente para dar, enseñar y compartir su filosofía en pos de lograr esa anhelada libertad. A este militante ni un camión lo detuvo, y siguió recorriendo las aulas, su trinchera natural, incentivando en su oratoria a que nuestra labor como intelectuales no se detiene en la punta del lápiz, sino que somos responsables de construir un mundo mejor. Con lágrimas en los ojos sabemos que de ahora en más Marcelo sólo nos guiará con sus escritos. Pero con la enorme felicidad y convicción que su lucha y pensamiento estará presente cotidianamente en nuestro accionar.
Lic. Ricardo Romero