En la actualidad mientras se discute si es conveniente tener un tipo de cambio cerca de los 3 pesos, si la política monetaria del Gobierno y aplicada por el Banco Central para mantenerlo produce tendencias inflacionarias, si el aumento de los salarios es otro frente de presión o si los grupos oligopólicos son los que empujan al alza de los precios, es bueno alejarse un poco de la coyuntura y ver el problema estructural de América Latina (A.L.), donde el problema que salta a la vista es la pobreza resultado del enorme desempleo. Para darle un marco teórico a este problema tomemos la típica función de producción Q(l, k, t, rn), donde el nivel de producción (Q) depende de cuatro factores l (trabajo), k (capital), t (tecnología), rn (recursos naturales). Y como éste es un enfoque estructural, o sea a largo plazo, todos los factores son variables, no hay nada fijo. Su combinación determina el nivel de producción y si se asignan todos los factores que puede tener una economía –en forma eficiente– se puede llegar a una frontera: la Frontera de Posibilidades de Producción (FPP). Esa frontera se desplaza hacia fuera si se puede obtener mayor cantidad de los cuatro factores y ese desplazamiento indica mayor nivel de producción de los bienes de la economía. Creo que el problema estructural de A.L. es la imposibilidad de acceder y manejar en forma plena esos cuatro factores. No maneja la totalidad de sus recursos naturales porque no puede acceder al resto por la existencia de latifundios improductivos, mientras que petróleo, minas, canteras, etc. en su mayoría depende de grupos transnacionales. A nivel tecnología se puede decir que ése es un factor exógeno por la casi nula inversión en investigación y desarrollo, al depender de la tecnología extranjera. Esto influye en la formación de capital donde ocupa la parte preponderante de las importaciones de sus países, sólo puede manejar el factor trabajo (el hilo más delgado). Viendo esto se puede decir que la FPP de A.L. es casi exógena, dado que esa Frontera sólo puede mover lo poco de los factores con que cuenta para administrar un desempleo estructural cada vez mayor. La solución tal vez esté en que todos los factores estén en manos de los argentinos, en empresas argentinas a las que verdaderamente les interese el país, manejadas por empresarios a los que sí les interese el país y no defender su “quintita”. Esto ya entraría en el debate de la existencia de una burguesía nacional.

Manuel Verino
[email protected]