Felisa Miceli y Martín Redrado tendrán que postergar sus diferencias por varias semanas. Tal como viene sucediendo una vez por semestre, los mercados fueron castigados por una minicorrida. Los financistas se mueven en manada, de manera histérica, de acuerdo con los informes que van sacando los principales analistas de los bancos de inversiones. Este escenario le quitará, aunque más no sea por algunas jornadas, presiones al Banco Central en la plaza cambiaria en momentos que recrudecía la pelea entre Miceli y Redrado por la política de sostenimiento del tipo de cambio.

Las últimas declaraciones de Ben Bernanke cambiaron las expectativas de los inversores internacionales. La posibilidad de que suba la tasa de corto plazo en los Estados Unidos provocó una ola de ventas de bonos. Las liquidaciones incluyeron los papeles emergentes y también los emitidos por los países desarrollados.

En las últimas horas hubo varios bancos y fondos de inversión internacionales de primera línea que plantearon escenarios negativos para el corto plazo. El estadounidense JP Morgan emitió un informe muy duro al señalar que, tras el alza de las tasas de interés en Europa, las principales bolsas de esos países estaban sobrevaluadas en un 15 por ciento. Bill Gross, de la firma Pimco, uno de los gurúes más escuchados por Wall Street, vaticinó el fin de la tendencia alcista de los bonos del Tesoro estadounidense, tras varios años de bonanza. Y que la tasa implícita de los títulos a 10 años se encamina al 6,5 por ciento anual.

Lo cierto es que los propios operadores toman esos análisis como parte del juego financiero. Si algo caracterizó el primer año y medio de la gestión de Ben Bernanke al frente de la FED, fue la cíclica volatilidad de los mercados, aunque la tendencia de fondo se mantuvo positiva.

Tan volátiles son también esas opiniones de los especialistas que los mismos que predican escenarios de catástrofe tienen una visión bien distinta en los informes que envían a sus clientes. Es el caso del mencionado fondo Pimco, uno de los más grandes del mundo en el mercado de renta fija.

Ramin Toloui, número dos de Pimco, sacó el último jueves, mientras los mercados se desplomaban, un extenso informe destacando las fortalezas de las economías emergentes. Ese trabajo se basa en que países de América latina, Asia y Europa oriental pasaron de tener déficit de cuenta corriente y deudas voluminosas a contar con superávit y una sensible reducción de sus pasivos en la los últimos años. La deuda pública y privada de los emergentes, que en 1999 superaba el 50 por ciento del PIB, se encuentra ahora en aproximadamente la mitad, el 28 por ciento del Producto. En paralelo, desapareció el déficit de las cuentas públicas y ahora hay superávit.

Este escenario, concluye Toloui, es un atractivo ineludible para los fondos de inversiones que colectan ahorros de los estadounidenses. El experto no lo afirma explícitamente, pero el mensaje es claro: un sacudón en los mercados no debería modificar la situación de fondo. Más allá de las excusas coyunturales para sacar ventajas, las fortalezas macro de los emergentes son un ingrediente decisivo para determinar inversiones. En el caso particular de la Argentina, la subvaluación del peso le agrega atractivos. Todo parece indicar que la brusca desaceleración en el ingreso de divisas a la Argentina es apenas una pausa. Los problemas para Miceli y Redrado para contener la avalancha se reeditarían muy pronto.

Fuente: Instituto Argentino de Mercado de Capitales.