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¿Es factible que haya una caída generalizada de bancos?
–Depende de la dinámica de los acontecimientos. No quedan muchas opciones para salvar el sistema. Los bancos empezaron con una crisis de liquidez, pero ahora el problema es de solvencia. Perdieron mucho patrimonio. En el tequila, a pesar de la convertibilidad, el Banco Central asistió a los bancos. Ahora la crisis es mayor y además está el tema de la devaluación, que infló los pasivos externos.
¿La gente puede perder sus ahorros?
–El Banco Central siempre puede decidir emitir pesos y devolver depósitos. Pero el dinero que sale de los bancos se va a dólares; el dólar sube y los ahorristas cada vez van a comprar menos moneda extranjera con sus fondos. El tipo de cambio en este momento debería ser de 1,50 peso. Lo que pasa es que el mercado descuenta un dólar en el que los pesos del corralito se vayan todos a dólar.
¿Cuál fue la responsabilidad de la banca en la crisis?
–Hubo una tragedia macroeconómica. La responsabilidad de los bancos fue jugarse demasiado a financiar al Estado. No fueron todos, pero cuando comenzó la corrida, nadie diferenció entre entidades. Luego Cavallo decidió solucionar la crisis de manera sistémica. No se dejó caer a los que tenían que caer y que quedara el resto. Después la megadevaluación los terminó de arruinar. Con una devaluación más acotada, los pasivos de las empresas se podrían haber reestructurado con menores tasas y más plazos.
¿Qué errores cometió Remes Lenicov que agravaron el problema?
–La pesificación asimétrica profundizó la crisis. Se hizo por presión social y no por lógica económica. El mayor problema macroeconómico para estabilizar la situación es el goteo de las cajas de ahorro. La pesificación a 1,40 generó 10 mil millones de pesos más en esas cuentas. Luego los analistas reestimaron sus expectativas de emisión monetaria para el año, porque evaluaron que ese dinero tarde o temprano va a dólar y va a haber que emitir para abrir el corralito. Así se espiralizó el tipo de cambio. La gente no ganó, porque subió el dólar y la inflación.
¿Se puede evitar un Plan Bonex?
–No. La opción es que caigan los bancos y la gente pleitee en la Justicia. Si el sistema hubiera sido en pesos, la salida era liberar los fondos vía redescuentos. La doble moneda agravó un problema que de por sí es difícil de solucionar en cualquier país.