Horacio (45), kiosquero (estación Once)
“Te piden todavía más baratos”
“Antes de las fiestas me quedé sin distribuidor, pero cuando tenía V8 y Melbour los vendía más que los Camel o los Lucky. Llegué a pedir cuatro cartones por semana de cada uno. Por acá pasa gente de bajo poder adquisitivo que te pide marcas como Premier o Rodeo, que son todavía más baratas ($1,20) y que en Capital no conseguís. También me piden bastante los CJ. Cuando les digo que no tengo por ahí se llevan una cajita de diez de los más conocidos, pero la mayoría no me compra nada. Los oficinistas que van al centro por ahora siguen llevando las marcas de siempre. El aumento se sintió en las ventas al principio pero después se normalizó.”

Laura (28), empleada administrativa en la city
“Son difíciles de conseguir”
“Yo compraba Marlboro Box pero con el último aumento me pasé a los Melbour, porque ya es mucha diferencia. Son un poco más suaves pero si no me gustaran no los fumaría. Probé varias marcas baratas y me quedé con éstos, que son los que fuman mi novio y varios compañeros del trabajo. Lo que tienen de malo es que son medio difíciles de conseguir acá en el centro. Yo los compro cerca de mi casa en Ramos.”

Marina (33), secretaria del Ministerio de Economía
“Me manchan los dientes”
“Dejé de comprar Camel en marzo del año pasado, porque en un atado por día se nota mucho la diferencia a fin de mes. El dato de los Melbour me lo pasó un tipo que vino a arreglarme una persiana a casa cuando me mudé. Obviamente los fumo por el precio, pero son pasables y ya me acostumbré al sabor. Lo que sí noté es que me manchan más los dientes. Es verdad que cuesta conseguirlos, son un cigarrillo más de barrio y hay que saber dónde los tienen.”