¿Por qué el Gobierno no logra que los actores resignen parte de sus ganancias para que el precio de la carne baje?

–La solución no pasa por pedirles a los distintos eslabones que bajen sus ganancias. En todo caso se les debería tratar de exigir una baja, pero para ello se necesita llevar adelante un mayor control y aplicar sanciones en casos de incumplimientos. El problema de la política de control de precios es que no queda claro hasta dónde está dispuesto a avanzar el Gobierno en materia de control y qué posibilidades reales tiene de ejercerlo para neutralizar las estrategias que llevan adelante los agentes.

¿Qué otra alternativa se podría impulsar para lograr una baja de precios?

–El sector ganadero atraviesa una crisis productiva porque la oferta no aumenta, pero no es una crisis de rentabilidad porque han venido ganando mucho dinero, sobre todo después de la devaluación. La crisis productiva está dada por la sustitución de ciertas producciones agrícolas. Una posible solución es incrementar las retenciones a algunas producciones agrícolas. Eso podría incidir en una disminución del precio de la carne. Lo que ha venido ocurriendo en los últimos años es una sustitución de agricultura por ganadería. La ganadería tiene una alta rentabilidad, pero la producción no aumenta porque la rentabilidad agrícola es mayor. La solución no pasa por darle subsidios a la ganadería porque la actividad tiene una alta rentabilidad. Lo que se debe hacer es equiparar la rentabilidad entre las distintas producciones.

¿Y cómo se pueden recortar los márgenes de los frigoríficos?

–Lo que habría que discutir es qué es lo que se hace con las exportaciones y especialmente con la cuota Hilton. El secretario de Agricultura, Miguel Campos, trató de aplicar algunos cambios, pero lo cierto es que es un sistema que carece de sentido y desvirtúa toda idea de competencia por precios. El frigorífico no es competitivo de acuerdo con su productividad y su calidad, sino según la cuota Hilton que reciba. No se esfuerzan para ser más competitivos sino para recibir la cuota Hilton. Si no existiera ese factor tan sesgador incluso los frigoríficos que ahora reciben la cuota se interesarían por competir en el mercado interno.