[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Ningún banquero acepta en público que está ganando mucho dinero. Con los ahorristas golpeándoles las puertas para que les devuelvan sus depósitos, no sería un comentario afortunado. Cuando se los requiere sobre este tema, muestran las pérdidas patrimoniales que sufrieron por las decisiones del Poder Ejecutivo. En cada nueva reunión con funcionarios de Economía vuelven a la carga con sus reclamos. Quieren que se los compense por sus quebrantos. Si finalmente consiguen su cometido, terminarán el año con balances superavitarios. Hasta ahora, el Gobierno les aseguró que los compensará por la asimetría generada por la pesificación, que se realizó a 1,40 para los depositantes y a 1 peso para los deudores. También les prometió compensarlos por sus pasivos externos en dólares. Pero los bancos piden más. Están reclamando una nueva compensación por las pérdidas que les ocasionó la eliminación del índice de indexación CER para los deudores hipotecarios de menos de 100 mil pesos, los prendarios de menos de 30 mil y los personales de menos de 12 mil.
Todos esos préstamos ahora se indexarán por la evolución de los salarios que, sin duda, será muy inferior al CER. Aunque los banqueros no mencionen este detalle en sus reclamos, todos los créditos que se actualizarán por el índice salarial volvieron a la tasa de interés originalmente pactada. Por ejemplo, un crédito hipotecario en dólares, que se pesificó y pagaba el CER más un interés del 3,5 por ciento, ahora se indexará por la evolución de los salarios, pero vuelve a devengar la tasa que figuraba en el contrato, que en general supera el 12 por ciento.
El otro reclamo de los banqueros es por la diferencia que se les genera con cada depositante que logra rescatar sus ahorros vía amparos judiciales. Los bancos tienen contabilizados esos pasivos a 1,40 peso por dólar y llegaron a pagarlos hasta 3,90. Las entidades están contabilizando esa disparidad de precios como cuentas a cobrar, con la expectativa de que finalmente el Estado les reconozca esa diferencia.