“Vivo con mi marido, mi suegra y mis nueve hijos en una casa ubicada en Almagro desde hace 17 años. Cuando llegamos de Entre Ríos nos ofrecieron ese lugar porque no teníamos a dónde ir. Compartimos la casa con otras 14 familias. A nosotros nos dieron dos piezas. En diciembre de 1999 me fui a anotar en la Comisión Municipal de la Vivienda para ver si podíamos conseguir algo mejor, pero todavía no tuvimos respuesta. Estamos pasando un momento difícil porque yo estoy desocupada. Mi marido es pintor, pero tiene poco trabajo. De vez en cuando amenazan con desalojarnos. Nosotros no nos queremos ir, porque a unos vecinos los sacaron y la Municipalidad les dio un subsidio durante tres meses que no les alcanzó para nada.”