Desde los primeros talk-shows y dramas de diván estilo Vulnerables, la tevé coquetea a menudo con las complejidades de la psique y sus profesionales. Este año Historias de diván, la miniserie del libro homónimo del psicólogo y escritor Gabriel Rolón, se mostró como otro de los síntomas de esta obsesión televisiva por las fórmulas “gancheras”. En 26 capítulos de treinta minutos –emitidos los sábados a la medianoche por Telefe–, el unitario protagonizado por Jorge Marrale y dirigido por Juan José Jusid retrata casos reales entre un analista y sus pacientes, en los que se abordan temas como la infidelidad, la mentira y la violencia de género. En pantalla hasta fines de septiembre, la ficción es una realización argentino-uruguaya de la productora israelí Yair Dori, con difusión simultánea en los tres países. “El ámbito de un análisis o de una terapia es sumamente atractivo para el juego dramático porque se ve a los personajes mostrando lo que no muestran ante los demás y, a veces, ni siquiera ante ellos mismos”, reflexiona Gabriel Rolón, en diálogo con Página/12.

Con el ejemplo de producciones foráneas del palo, como In Treatment, Mentes criminales y CSI, el también autor del libro Los Padecientes rastrea el éxito de esos programas en la “fascinación” que despierta “el misterio de la mente humana”. “Hay algo que se esconde en cada sujeto y descubrirlo es una invitación al pensamiento del televidente.” Pero, ¿qué motiva a los profesionales a allanar el camino hacia esa revelación? En su caso, Rolón cuenta que autorizó la adaptación de sus libros para seguir difundiendo el psicoanálisis. “Fui uno de los guionistas de la serie, junto a Marcelo Camaño, porque no quería actos de mala praxis, por más atractivos que fueran, o que nuestro psicoanalista interviniera como un terapeuta. Son detalles que ni un guionista ni el público tienen por qué diferenciar, pero yo sí.”

Por su parte, la TV Pública ofreció hasta agosto la segunda temporada de En terapia, el unitario protagonizado por Diego Peretti y Norma Aleandro. “La sociedad argentina tiene un vínculo directo con el psicoanálisis. En la jerga cotidiana incorporamos ese discurso porque tenemos mucho acceso al conocimiento y al lenguaje psi. No me parece extraño que eso se refleje en la televisión”, aporta Esther Feldman, guionista de En terapia junto a Alejandro Maci. No es el primer aporte de la dupla a las ficciones de este rubro: en 2003 integraron el staff de autores del unitario Sol negro, ambientado en un neuropsiquíatrico. “Poner el tema en la pantalla –admite– no es ninguna novedad. Al público le atrae espiar lo vedado, mirar lo que no se puede ver. Hay mucha fantasía, pero no todos conocen el tema en profundidad.”