El Dailan Kifki, esa “enorme montaña gris”, la única novela que escribió María Elena Walsh, sigue convocando emociones y sonrisas desde 1966 hasta la actualidad. Otra escritora contemporánea logra impactos duraderos en sus lectores: Liliana Bodoc, conocida por los amantes de la literatura fantástica con su Saga de los confines, autora de muchas otras bellas obras como los que integran la serie Elementales, cuatro libros basados en los elementos de la naturaleza. Ambas autoras y obras fueron tomadas por Andrea Martinoli, una de las narradoras más destacadas del país, y por el grupo Cuadrante Cuarteto, para lograr espectáculos que logran viajes encantadores por estos universos, guiados por la música y la narración. Hoy con Dailan Kifki y mañana con la serie de Bodoc, se presentarán estas propuestas de narración, música y teatro en la Feria del Libro Infantil, en su sede del Centro Cultural Kirchner, con entrada gratuita (ver aparte).

En el caso de la obra de María Elena, a medida que avanza la historia del elefante que vuela por los aires, se va entretejiendo esta trama con las canciones que son clásicos de ayer y hoy: “La vaca estudiosa”, “El twist del mono liso”, “El reino del revés”, entre muchas otras. Suenan iguales y diferentes, en la particular formación de Cuadrante Cuarteto, que incluye vibráfono y marimba, a cargo de Andrés Conte Grand y Adrián Ferrario, más Leila Ludueña en set de percusión y Brenda Ferro en flauta traversa. “Obviamente, María Elena no los pensó para marimba y vibráfono, así que tuvimos que hacer todo un trabajo de arreglos, y nos gustó mucho esa experiencia, fue nueva para nosotros”, dice Conte Grand, parte de este grupo de jóvenes músicos académicos que se conocieron en el conservatorio, en la Escuela de Bellas Artes de Quilmes, y que comenzaron tocando música académica, para rumbear luego hacia un repertorio que recorre obras de folklore y Piazzolla, en la muy particular propuesta de esta formación.

Para Elementales, la obra de Bodoc que se verá mañana, el grupo compuso música original, que va presentando cada historia de manera muy bella. Lo especial de esta música es que, de alguna manera, “suenan” en ella el agua, la tierra, el aire, el fuego, los elementos que son la temática central de cada libro; “suena” la tormenta, el río, “suenan” las piedras, la tierra, “suena” el viento, gentil o desenfrenado. Estos cuatro libros de Bodoc –nombrados con deidades, Ondinas, Silfos, Nomos y Salamandras– atraviesan un abanico de géneros que va de la ficción histórica a la ciencia ficción o el terror, incluyendo el epistolar, el romance, y hasta una ópera. Y están más dirigidos a un público adolescente, joven y adulto (aunque pueden incluir a los niños más grandes), de modo que el espectáculo también tiene ese público destinatario.

“El narrar es una tarea muy solitaria, tiene que ver con la intimidad, con el mundo interno”, describe Martinoli. “Cuando desde Penguin Random House (la editorial que reeditó toda la obra de María Elena y publicó también estos libros de Bodoc) me propusieron presentar la obra de María Elena Walsh, sentí que era un encargo tan hermoso como enorme. Y que si bien mi oficio es solitario, hay ciertos momentos en que uno necesita del otro. Y este era el momento. Esta obra era tan enorme que me gritaba eso”, explica la narradora.

“Por eso convoqué a este grupo de músicos maravillosos, jóvenes, entusiastas, entre los que está mi hija Brenda. Ellos me acompañaron en esta aventura increíble que fue empezar a imaginar: ¿cómo suenan estos textos?, ¿cómo los atravesamos? Con el Dailan Kifki fue saliendo casi mágicamente: no lo teníamos preparado y ellos iban proponiendo, yo iba narrando… el elefante estaba ahí. Lo presentamos en un evento de la editorial en el Paseo La Plaza, luego viajamos a Olavarría a la Feria del Libro, y eso en sí mismo fue nuestra propia aventura, a lo Dailan Kifki”, se ríe Martinoli.

“Y este año nos invitaron a presentar la obra de Liliana, basada en los elementos de la naturaleza –sigue recodando–. Son textos muy hermosos pero también muy difíciles para mí, porque estoy muy acostumbrada a hablarles a los chicos y el lenguaje infantil me es cómodo, pero este lenguaje tiene que ver con los jóvenes, adolecentes y adultos. Y además son obras que tienen un eco y una profundidad enormes, una no las puede narrar así nomas. Tenés que tener en cuenta un contexto, una autora; y hay un trabajo de mesa, de sentarse a devanar esas palabras. Una tiene que detener el tiempo y sentir: ahora estoy trabajando con Liliana Bodoc. En cada libro hay poesías, obras de teatro, fábulas, leyendas, cuentos literarios, eso hace que tenga riqueza y haya un montón de aristas desde donde una los pueda morder. Pero también hablan de cosas dolorosas, del abandono, la traición, y ahí hay que hacer un trabajo muy fino para que no te trague la amargura. Entre los textos del agua hay uno de una esclava que se llama Adela… yo no puedo evitar llorar cada vez que lo leo”, cuenta.

Para armar un espectáculo con un material de este tipo, Martinoli fue tejiendo la voz poética de Bodoc en su propia voz, con ese saber artesanal de la narración, y tejiendo también las diferentes historias en un hilo narrativo que las atraviesa. La puesta, que también tiene algo de teatral en la forma en que Martinoli recorre el escenario y se planta en escena, refuerza su belleza con la escenografía que hizo Guillermina Herrera, un trabajo delicado y artesanal –en el mismo espíritu de toda la propuesta– donde armó figuras de papel trabajadas como una filigrana, en un juego de luces y sombras. Para los más chicos y para los más grandes, con grandes autoras de la literatura argentina, uno y otro espectáculo son invitaciones a emprender viajes guiados por la palabra poética.

Andrea Martinoli y Cuadrante Cuarteto
* Hoy a las 17.30: Dailan Kifki.
* Mañana a las 17.30: Serie Elementales, de Liliana Bodoc. Feria del Libro Infantil y Juvenil Centro Cultural Kirchner, Sarmiento 151. Sala Federal. Gratis, hasta completar capacidad, por orden de llegada.