¿Qué convierte a Danny McBride en uno de los más conspicuos representantes de la nueva comedia americana? El protagonista de Vice Principals (ayer fue su estreno por HBO e irá los domingos a las 23.30) fue el dealer ventajero de Pinneaple Express; el cuñado celoso y violento contra Ben Stiller en La mujer de mis pesadillas; el vagoneta que se trompeaba con Owen Wilson en Drillbit Taylor; el que le caía mal a James Franco en Este es el fin y del que nadie parecía recordar el nombre. Si bien está acostumbrado a ser “ese tipo” al que se le tiene la cara y el que con gusto encarna lo más bajo de lo “white trash”, en la nueva serie de HBO su Neal Gamby tiene una chance de redimirse en la nueva serie de HBO. O algo así. “Sí, usualmente interpreto a tipos que podrían ser considerados unos idiotas, unos desconsiderados a los que nos les importa si te rompen el corazón, Neal Gamby es un tanto diferente al resto porque se nota que está solo y necesita un amigo. Este programa es sobre eso, la alianza nonsancta y muy rara de la que participa Gamby”, le dice McBride a Página/12 en una conferencia telefónica.

La propuesta de esta comedia original de la señal de tevé paga (hasta el 7 de agosto podrá verse gratis en sus plataformas HBO GO, HBO On Demand y en el sitio HBOMAX.tv) es básica y atractiva. El encargado de disciplina (McBride) de una secundaria y un consejero (Walter Goggins) se disputarán (hasta llegar a los tiros) el puesto de rector vacante. Jody Hill, uno de los cerebros de Vice Principals, reconoce los links con películas “de preparatoria” como Experto en Diversión, El Club de los cinco (ambas de John Hughes) o Election (de Alexander Payne). La diferencia es que el ojo aquí está puesto directamente sobre el cuerpo docente y administrativo, puntapié para que aparezca todo un arco de personajes enclenques como la ex esposa de Gamby, una profesora idealista que se destaca entre colegas desganados y alumnos desvergonzados. La dinámica con su compadre-enemigo será central. “Necesitaba un actor particular para este personaje, que tuviera habilidades dramáticas pero también timing cómico. Y Walton era esa persona. Fue increíble tener a alguien que pudiera tomar nuestro guion y hacerlo tan desgarrador como divertido”, asegura McBride que también oficia de productor de la serie. Goggins –reconocido por sus papeles “serios” en The Shield y Justified– da su opinión: “Creo que la gran falla de ambos es que no confían en nadie. Y el hecho de si pueden contar el uno con el otro es algo que se resolverá recién con el tiempo. Creo que plantea una pregunta de cierta importancia social: ¿Qué significa confiar en alguien hoy en día? No somos islas, tenemos que tener apoyo en algún lado”.

Esta comedia está realizada por el mismo equipo creativo de Eastbound & Down, donde McBride encarnaba a una ex estrella de béisbol (corte cubana incluido) que volvía a sus pagos para dar clases de gimnasia en una escuela. “Kenny Powers era todo ego, individualismo y celebridades, Neal en cambio está bien ubicado en su mundo, pero el mundo le debe algo, está más desprotegido”, diferencia McBride sobre su nuevo rol en la serie que ya tiene asegurada una nueva temporada con un total de 18 episodios. Aquella otra entrega, de la que Jody Hill también fue director, le permitió subir un par de hándicaps a McBride con un papel estelar en una serie que incluyó participaciones de comediantes como Will Ferrell y Craig Robinson. Son imperdibles las tomas no utilizadas (están en You Tube) donde reina uno de los sellos de Hill-McBride: la espontaneidad que se cuela entre lo grueso y lo inocente. “Siempre intentamos que los actores prueben sus ideas. Para mí es un poco como el jazz, tenés que encontrar el tono a partir de los diálogos, a veces sin diálogo alguno, no es improvisar solo por hacerlo”, asegura Hill.

McBride dice que esta es la historia nunca contada de un verdadero héroe de la educación. “Nunca veremos a los vicedirectores tras ver este programa”, bromea. Pero hay otro motivo para darle una chance: el personaje interpretado por el rector saliente interpretado nada más y nada menos que por Bill Murray. “Estamos hablando de una leyenda, uno de mis actores favoritos de todos los tiempos, contar con él le da algo extra al programa, ver el efecto que despierta en el set es una experiencia increíble, aprendés al actuar con él, y me divertía viendo lo nervioso que se puso mi compañero”, cuenta McBride. “Es absolutamente cierto, estaba aterrorizado”, cierra Goggins.