DANZA › LA GALA INTERNACIONAL DE BALLET, EN EL TEATRO COLISEO
Martín Boschet, curador y organizador del encuentro, da detalles del cambio operado en el panorama de las visitas internacionales. La gala permite apreciar además cómo se ha diluido el prejuicio que colocaba a lo clásico y lo contemporáneo en veredas opuestas.
Por quinto año consecutivo, el viernes y sábado Buenos Aires recibirá a algunas de las máximas estrellas de la danza clásica y contemporánea del mundo y las reunirá en un evento en el Teatro Coliseo. Se trata de la Gala Internacional de Ballet de Buenos Aires, organizada por el Grupo Ars, que desde 2011 busca convertirse en un espacio en el que se pueda ver parte de lo que vienen trabajando las compañías nacionales e internacionales más conocidas, en una versión reducida de diez minutos por elenco. Este año, los platos fuertes del encuentro serán Friedemann Vogel, bailarín estrella del Stuttgart Ballet, y su bailarina Maria Eichwald; la argentina Luciana Paris, recién ascendida a solista en el American Ballet de Nueva York; y Ana Sofia Scheller, primera bailarina del New York City Ballet, que regresa al país de la mano del ucraniano Nicolaii Gorodiskii. Además participarán representantes del elenco del Teatro Argentino de La Plata y del ballet del Teatro Colón, dos de las compañías locales más importantes.
Martín Boschet, curador y organizador, cuenta a Página/12 que cuando comenzó a gestarse el evento anual Buenos Aires estaba fuera del circuito internacional de la danza. “Veníamos de casi veinte años de no tener presencias internacionales en la Argentina. Las estrellas de la danza venían cuando ya estaban terminando sus carreras, y no es lo mismo ver a un bailarín a los 40 que a los 25, porque su carrera es corta y la energía es diferente”, sostiene. Para él, las razones de ese “estancamiento” eran “los vaivenes de la economía, la retirada de una generación de productores muy sabios que no fue reemplazada y la falta de público, que al no tener ofertas había perdido el interés por la danza”.
Hoy, según el Grupo Ars, compañía dedicada a la producción de artes escénicas de la que el curador forma parte, la realidad es otra. “El público ha vuelto y los bailarines del mundo esperan para bailar acá”, afirma, y cita los casos de Scheller, bailarina que formó parte de la programación de la primera edición de la gala, y que ahora vuelve para hacer El corsario, pas de deux, de Marius Petipa y Temporary Conflict, de la coreógrafa Andrea Schermoly, y del italiano Raffaele Morra, que ya visitó la Argentina hace unas décadas, y ahora presentará un número de Les Ballets Trockadero de Montecarlo.
Para Boschet, la Gala es una “muestra de arte”, razón por la cual presta mucha atención al aspecto curatorial. “Al principio no había duda de que teníamos que traer a los elencos y compañías más famosas del mundo para que bailaran lo que todos conocían, y así empezar a hacer visible al evento. Pero hoy que ya hemos ganado un lugar el criterio cambió, y ahora intentamos traer a coreógrafos con personalidad, con un estilo propio o alguna característica que los haga muy queridos en su país”, cuenta el organizador, que de todos modos sostiene que hubo un criterio que siempre se mantuvo: el de traer a un argentino para que vuelva a bailar al país, algo que se intenta desde la primera edición del evento. Así, este año será el turno de Luciana París, que bailará junto a su partenaire Cory Stearns El cascanueces de Tchaikovsky, coregrafiado por Marius Petipa, y With a chance of rain, de Rachmaninoff, con coreografía de Liam Scarlett. Una de las particularidades de este encuentro es que combina la danza clásica con la contemporánea, expresiones que suelen verse como opuestas, pero que en escena confluyen en los más diversos números y actos danzados. “Si empezamos mostrando 80 por ciento de ballet y 20 de contemporánea, podemos decir que en esta edición de la gala estamos en un cincuenta y cincuenta”, asevera Boschet, que cuenta que el público acompaña ese proceso de cambio en el repertorio. “Eso de que son expresiones contrarias es un preconcepto desactualizado. Hoy no sólo ya no se piensa que el bailarín clásico no pueda bailar contemporáneo, sino que es el propio bailarín el que no acepta no trabajar ese otro lenguaje. Es un crecimiento evolutivo profesional de la danza. Ya no son compartimientos estancos”, sostiene.
Además de los dos encuentros, de los que participarán también la Companhia de Dança de Sao Paulo y el Ballet Contemporáneo del Complejo Teatral General San Martin, en paralelo se llevará a cabo la semifinal sudamericana del Youth American Grand Prix, el concurso de estudiantes de ballet y danza contemporánea más importante del mundo, que se realiza anualmente en numerosos países. Creado con la misión de brindar una educación profesional a jóvenes bailarines de 30 países, la semifinal que aquí se jugará también estará organizada por el Grupo Ars que busca, según Boschet, “dar la oportunidad a niños y adolescentes para brillar en los centros de danza más importantes, y así seguir fomentando el talento local”.
* La V Gala Internacional De Ballet De Buenos Aires se llevará a cabo mañana y el sábado a las 20.30 en el Teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125.
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