Miércoles, 19 de septiembre de 2007 | Hoy
DANZA › NUEVO CICLO EN EL CETC
Andén 7, Dúo para ella sola y Arquitectura de la locura le dan forma al ciclo de obras en la remodelada sala del Colón, con curiosos cruces entre lo real y la virtualidad. Como plus, los domingos se podrán ver work in progress de danza contemporánea.
Por Carolina Prieto
Un cuerpo bailando junto a su clon virtual. Danza captada en vivo y proyectada sobre una obra de arte. Movimientos en mutación en el mínimo tiempo posible. Estas son algunas de las raras experiencias que se desplegarán desde esta noche en el Centro de Experimentación del Teatro Colón con la apertura del ciclo Plataforma. Se trata de tres estudios de danza y artes visuales a cargo de un puñado de artistas con sed de renovación y proclives al cruce de disciplinas. Así, hasta fin de mes, subirán a escena creaciones que exploran las fronteras entre danza e imagen en un espacio nada convencional como el CETC, ubicado en el subsuelo de la principal sala lírica del país, con largas galerías que rodean el núcleo central y suelen usarse como escenarios, techos abovedados de ladrillo a la vista y paredes grises. Este ámbito, con entrada a través del Paseo de los Carruajes, nació como espacio alternativo ganado a las entrañas del Colón, y hoy luce moderno y minimalista, renovado tras las obras del Plan Maestro.
La primera de las propuestas es Andén 7, con coreografía de Gabriela Prado y videoinstalación y diseño sonoro de Silvia Rivas, responsables ambas de Episodios llanos y Andén 6, también montadas en el mismo lugar. “Este nuevo trabajo está salpicado de citas de Etienne Jules Marey, pionero de la imagen en movimiento, preocupado por inscribir el tiempo en la luz y atrapar la transformación en la mínima expresión de tiempo. El tiempo de la imagen no es fijo; el tiempo efímero de la performance es tiempo constituido en presente. Casi como suspender el discurrir de las horas, instalarse en el corazón de un presente inmóvil”, anticipan las creadoras. Habituada a fusionar el movimiento con las posibilidades tecnológicas (actualmente lo hace en Casa-Urgencia de la intimidad de los espacios), Prado bailará sola interactuando con un juego de luces e imágenes. Luego vendrá Dúo para ella sola, fruto de la colaboración de las coreógrafas Ana Garat y Pilar Beamonte (una dupla de lo más afiatada que ya sorprendió con El hombre que camina y Oeste) y la realizadora Carolina Ca-ppa. Otra vez una única intérprete, Garat, aunque esta vez acompañada por su clon virtual: una conjunción entre la bailarina y las imágenes tridimensionales de sí misma que prometen alterar el espacio, bañado por el diseño sonoro de Martín Trahtenbroit, el bandoneonista del grupo de tango electrónico Bajofondo.
El cierre estará a cargo de Arquitectura de la locura, de Mariana Belloto y León Ferrari, con la participación de la realizadora Catalina Fernández. Tres bailarinas en plena ejecución de una coreografía abstracta, mientras una cámara cenital las registra para luego reproducir los cuerpos sobre una pantalla de fondo, en la cual también asomará la obra de Ferrari. Según sus artífices, esta intervención de danza e imágenes remite a “lo absurdo de la sociedad actual, a esa suerte de locura cotidiana necesaria para que todo parezca normal”.
Las tres piezas se sucederán sin intervalo, con una duración aproximada de hora y media. Habrá además un plus para no dejar pasar: en las funciones dominicales se presentarán los work in progress de las compañías de Luis Garay y Mabel Dai Chee Chang, dos pesos pesado de la danza contemporánea.
Plataforma, en la Sala del CETC (Tucumán 1171), los miércoles 19 y 26 de septiembre, los jueves 20 y 27, los viernes 21 y 28 y los sábados 22 y 29, a las 20.30, y los domingos 23 y 30 a las 17. Entradas a $15.
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