El nombre de la serie pone el acento en el aspecto menos interesante. Se hace referencia a una supuesta “resistencia del tango” pero, en realidad, para un oyente actual –incluso para un antiguo oyente del género que decidiera recuperar sus escuchas desde la actualidad– el hecho de que algo haya resistido o no está lejos de conferirle alguna clase de valor. La colección, publicada por Sony-BMG, agrupa, en ediciones que reproducen los vinilos originales, discos de tango publicados en las décadas del ’60 y ’70 por los sellos RCA Victor y CBS Columbia. Fue, en efecto, una época difícil para los músicos del género. Las propias crisis compositivas del tango, la escasez de autores e intérpretes nuevos y que propusieran nuevas miradas sobre la tradición, el cambio de gusto del público y la sindicalización de los músicos hicieron casi imposible el sostenimiento de las grandes orquestas del pasado. Muchos de los mejores músicos formaron grupos pequeños con los que sobrevivir y, en algunos casos, generaron, a partir de allí, estéticas contundentes –como en el caso del Sexteto Mayor, que comenzó a grabar en 1973 para EMI, o los tríos y cuartetos de Leopoldo Federico–. Y en otros, aparecieron algunas orquestas notables que existían casi exclusivamente para el estudio de grabación, como la de Baffa-Berlingieri, incluida dentro de esta colección con un disco excelente llamado, lamentablemente y como tantas otras cosas de esos años, For export. Hasta ahora se han publicado dos tandas de diez Cds cada una. En la primera se destacan, además del disco de Baffa-Berlingieri, el de la orquesta de Federico –Tango puro–, el primero del Quinteto Real que integraban Salgán, Francini, Láurenz, De Lío y Ferro, el primero del Sexteto Tango, Presentación, de 1968, y el primero de Horacio Molina, Por los amigos. La segunda tanda ofrece, también, algunas joyas. Además del segundo disco del Quinteto Real, con Kicho Díaz reemplazando a Rafael Ferro en el contrabajo –Su majestad el tango–, revisten un especial interés Siempre Buenos Aires, el primer álbum del trío que formaron en 1970 Leopoldo Federico en bandoneón, Osvaldo Berlingieri en piano y Fernando Cabarcos en contrabajo, y Tangos de siempre, el disco inaugural de otro grupo camarístico de Federico, el Cuarteto San Telmo. Este grupo, fundado en 1966 a imagen y semejanza del legendario cuarteto de Troilo con Roberto Grela en la guitarra. También aquí estaba Grela y el grupo se completaba con Ernesto Báez en guitarrón y Rafael del Bagno en contrabajo. Las versiones de “El motivo”, “Griseta” y “Responso” están entre lo mejor del tango de cualquier época, resistente o no. Otros discos importantes son el que muestra la reunión de la orquesta de Francini-Pontier relacionada con una gira a Japón –Gran encuentro–, Una guitarra y el tango de Aníbal Arias y el primer disco de tango de Eladia Blázquez, Buenos Aires y yo, donde estrenaba “Sueño de barrilete” y “Contame una historia”.