Son un patrimonio vivo transmitido de generación en generación, que confiere a los grupos participantes un sentimiento de identidad y continuidad esencial para el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana. Esa fue la causa por la cual el flamenco (España), la danza de las tijeras y la huaconada (Perú), las músicas de marimba, el sistema normativo de los wayuu y los cantos tradicionales del Pacífico sur de Colombia fueron declarados ayer en Nairobi Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad durante una reunión de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En total, doce tradiciones latinoamericanas y españolas fueron reconocidas.