Músicos del folklore, del rock y del pop expresaron su apoyo a la media sanción de la ley de Creación del Instituto Nacional de la Música, por parte del Senado, que deberá pasar ahora a Diputados para su aprobación definitiva. El cantante del grupo de rock El Otro Yo y presidente de la Unión de Músicos Independientes (UMI), Cristian Aldana, la compositora y pianista Lilian Saba, el bajista y productor Zeta Bosio, y el líder del grupo La Tolva y titular de la Federación Argentina de Músicos Independientes (FAMI), Diego Boris, señalaron que la norma “fue consensuada en forma colectiva entre los músicos”, y destacaron que es un proyecto que vienen elaborando y peleando desde 2006. “Para los músicos esto significa un avance muy importante; necesitamos que haya fomento para la música, que el Estado reconozca a la música como actividad cultural en nuestro país. Este es el primer paso fuerte para pasar a formar el instituto”, destacó Aldana.

La norma tiene entre sus puntos principales “federalizar el fomento a la producción musical, con la instalación de sedes en cada región cultural”.

Asimismo, apunta a “incentivar la organización de los diferentes actores de la actividad musical garantizando la participación en las distintas regiones culturales de organizaciones de músicos con personería jurídica en cada región o provincia”. La sanción de la ley también permitiría mejorar las condiciones en las que se desarrolla la música en vivo con la creación de circuitos estables de música en vivo en cada región cultural del país, integrando espacios estatales, privados y comunitarios.

Zeta Bosio, ex integrante de Soda Stereo, se manifestó satisfecho por la media sanción de la ley y consideró fundamental la sanción definitiva. “Esta ley va a permitir la aparición y el fomento de muchos artistas independientes, pero además permitirá que el músico recupere el control de las ganancias que genera su obra. Antes nosotros entregábamos casi el 90 por ciento de las ganancias de nuestra obra.” Para Bosio, “es un impulso a la creación independiente, porque va a permitir que el artista sea dueño total de la obra, que grabe un disco, lo fabrique, lo distribuya y lo saque a la venta, con los canales creados por el Estado. Y que esa ganancia sea toda del artista”.

La creación del Instituto Nacional de la Música también empuja a “afianzar la relación entre los músicos y sectores de nuestra sociedad que tienen dificultades para acceder a esta manifestación del arte a partir de la creación de un circuito cultural social”. Mejorar la difusión de la música nacional en los medios de comunicación y favorecer la formación integral del músico y optimizar la distribución de recursos, otorgando herramientas que solucionen una de las instancias de un proceso de producción de fonogramas, constituyen otros de los puntos de la ley. Además impulsa que los músicos locales toquen como “teloneros” de artistas internacionales con resguardo de sus derechos laborales e intelectuales.