Este fin de semana largo es una buena ocasión para hacer un repaso del estado de situación de los festivales de historieta en Argentina. El circuito de encuentros comiqueros se viene consolidando año a año y suma nuevos espacios. Entre hoy y el lunes coincidirán dos convenciones. Una en tierras puntanas, la otra en Buenos Aires. La primera, San Luis ComicCon, tendrá desde las 13 su edición inaugural en un complejo hotelero de La Punta. La otra, Animate Extra, se realiza desde las 12 en el Centro de Exposiciones Miguelete, en el Parque Yrigoyen (Av. General Paz y 25 de Mayo, Miguelete). Este es un espacio largamente consolidado pero que ya no se erige como único refugio para las viñetas y que hace esfuerzos por adaptarse a un nuevo estado de situación en que los lugares se multiplican en todo el país.

San Luis ComicCon sigue el modelo más reciente de los festivales de historieta, que consiste en la iniciativa de un grupo de voluntariosos del medio (a veces simples fans, otras autores, algún gestor cultural, incluso algún editor) que impulsa el proyecto, convoca, organiza y se alía con distintas instancias estatales para financiar el traslado de los invitados y conseguir un lugar apropiado que contenga múltiples actividades. Esto funcionó (y muy bien) con Viñetas Sueltas en 2009 y así se terminó de consolidar el modelo. Crack Bang Boom, en Rosario, apeló a la misma fórmula con un éxito notable.

Como suele suceder en estos casos, la primera edición es también la más modesta, mientras organizadores y funcionarios miden los alcances de público y hacen el balance del esfuerzo y recursos invertidos en relación con la repercusión cultural. Quizá por eso San Luis ComicCon se proyecta con un espíritu muy integrador y hace de los talleres y clínicas su principal arma de seducción, antes que en invitados extranjeros. Dos de sus principales invitados nacionales son Ariel Olivetti, pionero en el uso de técnicas digitales en el mercado norteamericano, y el cordobés Nicolás di Mattía, suerte de celebridad del mundillo de la ilustración, gracias a sus videos sobre “speed painting” (dibujo de alto grado de detalle hecho en poco tiempo). Al nutrido contingente de invitados se suman figuras como los guionistas Luciano Saracino y Gabriel Bobillo o el autor integral Pablo Túnica. A esta oferta se suman talleres de guión, una serie de dibujantes en ascenso y la integración con los talentos locales, entre quienes destaca particularmente Rodrigo Terranova. Además, la organización alentó durante toda la semana actividades de distinto tenor en la Casa de la Cultura de la capital provincial.

La situación de Animate es distinta. Heredera de la estructura de Megacomics y fruto de una iniciativa exclusivamente privada, se plantea como un espacio para reunir a los fans de la animación, el manga y el animé, los videojuegos y otros consumos culturales. La historieta tiene un lugar no menor, pero con el correr de las ediciones ha relegado espacios ante la repercusión mediática que ocasiona las visitas de los doblajistas de Los Simpson (en esta edición, Paty Acevedo, responsable de la voz de Lisa Simpson y de Sailor Moon) y el pujante mundo de la cultura japonesa.

Sin embargo, ahora el encuentro se encuentra adaptándose al nuevo estado de situación. De un lado, por la abundancia de eventos dedicados exclusivamente al manga y el animé. En respuesta a esto, Animate ofrece concursos de cosplay clasificatorios a otros torneos internacionales. En esta ocasión será a la Anime Expo 2013, en Los Angeles. Y completa la oferta de consumos culturales relacionados con una gran cantidad de recitales de bandas de covers de j-pop, k-pop, de canciones de aperturas de series de tv y un desfile de zombies.

Por otro lado, Animate se encuentra frente a un alza impensada años atrás de festivales exclusivamente dedicados a la historieta, sea esta independiente, comercial, nacional o internacional. La respuesta a esto pasa por incluir ahora varios invitados internacionales. En esta edición será el turno del brasileño Eddy Barrows. Además, busca conformar a más fans proponiendo videoconferencias en vivo con Brian Azzarello (100 Balas, Spaceman), Steve Niles (30 días de noche) y el brasileño Mike Deodato Jr. El espacio para los creadores argentinos quedará ocupado este año por un homenaje al guionista Eugeni Zappietro, más conocido como Ray Collins, y a una muestra “Nacional & Popular”, sobre historieta e ilustración argentina en torno a los movimientos sociales.

Para finalizar, Animate cambió recientemente su locación. Solía celebrarse en el Centro Municipal de Exposiciones, pero la época del año en un lugar con estructura mínima obligaba a los visitantes a tolerar temperaturas altísimas. La mudanza a Miguelete supuso una gran mejora, aunque al costo de alejarse de los nodos culturales porteños. Tanto que ahora Animate es, técnicamente, una convención bonaerense, pues el CEM está justamente en esa localidad del conurbano.

Con este fin de semana concluye un año fructífero en materia de eventos historietísticos. Crack Bang Boom superó records de asistencia. Viñetas Sueltas volvió al ruedo. El mes pasado, el Encuentro de la Historieta y el Humor Gráfico de Lobos pudo tener su quinta edición, pese a las zozobras de marzo que obligaron a postergarlo. Unicomix, en Mendoza, trasladó su fiesta al flamante Espacio Cultural Le Parc y la Feria del Libro Infantil y Juvenil celebró la tercera edición de su Festival de Historietas, que ya va camino a ser un clásico del sector. También la Patagonia tuvo un encuentro, en Comodoro Rivadavia. Es un fin de semana, en suma, para cerrar de buen grado un fructífero año festivalero. Y para brindar con el deseo de que 2013 sea aún mejor.