El adiós a un comediante
Icono de los ’70, con un humor que inspiró a toda una camada de estrellas hollywoodenses, el comediante norteamericano Richard Pryor murió a los 65 años de un ataque cardíaco. Nacido en Illinois en 1940 y criado en el marco de un peculiar negocio familiar –un burdel–, comenzó su carrera tocando la batería en pubs nocturnos con sólo siete años. Luego de un breve paso por la marina, el actor se dedicó al teatro, presentando críticos y mordaces monólogos –en un comienzo considerados obscenos por su lenguaje vulgar– que giraron siempre en torno del racismo, el sexo, la droga y el deteriorado american dream. Convertido en estrella de cine y TV en los ’70, Pryor fue uno de los actores de color más queridos –y también de los mejor pagos– de EE UU. En 1986 comenzó a padecer los primeros síntomas de una enfermedad que marcaría su vida: la esclerosis múltiple. En 1998 le fue otorgado el Premio Humorístico Mark Twain del Kennedy Center por su estilo, que influyó a Eddie Murphy, Robin Williams y otros grandes del humor.