PARA LOS INSOMNES Y DESESPERADOS
Siete imperdibles bizarros para hacer llevadero el 24
Un listado de siete imperdibles un poco bizarros para el 24: desde el especial de Operación Triunfo hasta recetas de Dolli Irigoyen y una nueva función de El extraño mundo de Jack.
Por J. G.
Otro año es Navidad, y lo que hay para ver no es tan alternativo ni original como en 2004, cuando los creativos sorprendieron con especiales de conejitas barbadas en Playboy TV o maratones de Los Simpson y South Park, pero no faltan opciones para insomnes y desesperados. Si el ritual del 24 a la noche dicta alta sociabilidad, banquetes y veladas familiares, aquí la propuesta es listar alternativas a ese mandato en la tele. O hits musicales y literarios para desempolvar en un día que promueve la oferta temática: desde una vuelta a ese infaltable de la anti Navidad que es El extraño mundo de Jack, de Tim Burton (programado para hoy a la noche), hasta la docencia de Dolli Irigoyen en Gourmet.com, enseñando a hacer pan dulce y hasta a decorar el arbolito. Pasen y vean...
Cuentos de Navidad, el musical. El clásico de Charles Dickens, sobre el personaje de Kelsey Grammer, se ofrece en formato de musical: tres fantasmas se le aparecen a un avaro en la noche de Navidad, lo confrontan con el dolor causado, le anticipan su futuro en soledad hasta provocar ese tan mentado cambio espiritual, motor de la mitología cristiana de esta fecha. En Hallmark Channel, hoy a las 22, se revisita Un cuento de Navidad, relato obligatorio en cualquier antología, incluso en la titulada Cuentos de Navidad, que editó Página/12 el domingo pasado.
El extraño mundo de Jack. Hoy a las 20.30 en Disney Channel, cualquiera podrá volver a disfrutar el más revisitado de los clásicos antinavideños: El extraño mundo de Jack, de Tim Burton, cuya trama prevé el rapto de Santa Claus a cargo de una calavera con síndrome de inferioridad que quiere ponerse en su lugar para asustar y decepcionar antes que repetir el ritual algo demodée del mito del gordo regalón.
Nuevas voces para otra Navidad. Natalia Moret, Sonia Budassi, Diego Grillo Trubba y Félix Bruzzone son algunos de los jóvenes, cuyos cuentos navideños figuran en la reciente antología Nuevas voces para otra Navidad, de Editorial Acuario. Los que escriben son egresados de talleres literarios que rescatan un festejo alejado del lugar común. “La búsqueda está puesta en otros niveles, en otros resortes –destaca en su prólogo, la periodista Sandra Russo–. Intenta dar cuenta de otros sucesos, que no son necesariamente los del clásico final feliz o la moraleja...”
Navidad blanca. La fecha es la ocasión ideal para rescatar una canción de Sergio Pángaro titulada Navidad blanca, que promueve el festejo con “risas de televisión..., con nieve falsa de algodón”, como una reacción justificada el ritual de la cena y el descorche. Pángaro, que declaró escuchar el tema Santa Claus is Coming to Town como su propio ritual jazzero de todos los 24 de diciembre, versionó el clásico de Irving Berlin e incluyó el tema en el álbum Baccarat por el mundo, de 1999.
Navidad con Dolli. Dolli, con esa voz semi engolada, ese purismo para dar nombre exacto a cada cosa, prepara (hoy a las 20, en el Gourmet.com) galletas, pan dulce, appetizers para el cocktail previo a la cena, y hasta arma el árbol y decora la mesa, para –aunque sea– ver en la tele lo que no se conocerá por experiencia. La Navidad de Dolli es semi rural pero de hacienda, con los detalles de ceremonial dignos de una señora bien..., corrida de una estética de entrecasa, menos dedicada a rescatar básicos y utilidades (harinas, panes) que a reivindicar cierto lujo y excentricidad, aunque sólo sea una vez por año.
Los 9 mejores cuentos de Navidad. La compilación oportuna de Editorial Sudamericana reúne perlas de Charles Dickens y Truman Capote, entre otros. Especialmente eficaz, Un recuerdo navideño, de Capote, contacta con la historia del niño Buddy (acaso precursor del Buddy Glass de Salinger) en compañía de su prima boba, rescatando al freak antes de cualquier moda pintoresquista.
Operación Triunfo voyeur. La propuesta se repite cada año desde los inicios del reality show, primero con Gran Hermano y luego con Operación Triunfo, ideal para solos y solas con ánimo fisgón, con cierto espíritu sádico de ver a los conejillos celebrando con sus padres ante las cámaras desde las 21 de esta noche hasta la madrugada: brindan, se disfrazan de Papá Noel, reciben regalitos y –casi sin que nadie se dé cuenta– se va pasando la crisis de la Nochebuena.