Una orquesta clásica y un director. O, en este caso, mucho más. Porque una y otro son, además, símbolos y porque sus nombres alcanzan para poner en escena, en un solo acto, la esencia de algo común en la época de Beethoven y luego desaparecido bajo toneladas de acartonamiento: el espectáculo sinfónico. Y es que una orquesta, en 1800 y en una pequeña sala, era, de por sí, algo excepcional. Y, si se lo piensa, aunque las salas hayan cambiado, lo sigue siendo. Por eso, la Filarmónica de Israel, con Zubin Mehta al frente, tocará hoy y mañana en el Gran Rex y rubricará su pasaje por Buenos Aires con un concierto el próximo domingo 23 en el Luna Park.

Luego de cuatro años, la orquesta vuelve a esta ciudad junto a su director musical vitalicio, cargo prácticamente inventado para el maestro indio que hizo de la Filarmónica de Israel su casa y que la convirtió, a su vez, en uno de los organismos sinfónicos más importantes del mundo. El repertorio que hará es una equilibrada combinación de estilos y épocas por un lado y de densidades expresivas por el otro. En el concierto de esta noche se incluirán dos obras de Richard Strauss, el poema sinfónica Don Juan Op. 20 y Till Eulenspiegel Op. 28, junto a la Sinfonía Nº 7, en La mayor, op. 92 de Ludwig von Beethoven. Mañana, la orquesta interpretará la Sinfonía Nº 9, en Re mayor de Gustav Mahler y el domingo, además de la Sinfonía Nº 6 en Fa mayor Op. 68 “Pastoral”, el programa incluirá la Obertura de Die Fledermaus y Kaiser Waltz Opus 437, de Johann Strauss, el Concierto para Trompeta y Orquesta en Mi Bemol mayor de Franz-Joseph Haydn, con Yigal Melzer como solista, y dos obras argentinas, la Obertura de La zapatera prodigiosa, de Juan José Castro, y la versión orquestal de “Adiós Nonino”, de Piazzolla. Fundada en 1936 por Arturo Toscanini, la Filarmónica de Israel es dirigida por Mehta desde 1977. Lo recaudado en los conciertos del Gran Rex se destinará a fines benéficos, a las Fundaciones LeDor VaDor, Tzedaká y OSFA-WIZO Argentina y, en el caso de la actuación en el Luna Park, a COAS y para los hospitales de Buenos Aires.