2001

Cosquín Rock hora cero. La Plaza Próspero Molina recibe su primer sacudón eléctrico tras cuarenta años de folklore. Veinte mil personas la pueblan en dos días para ver a Bersuit Vergarabat, Las Pelotas, Divididos, El Otro Yo, Catupecu Machu y Kapanga. Los Piojos, antes del cierre, ensayan para mil personas, y “divididos las pelotas”: Arnedo y Daffunchio se abrazan fuerte. Bersuit presenta Hijos del culo y Alejandro Sokol se sube a cantar “Murguita del sur”. “Me hace acordar a Luca”, dice el Bocha del Pelado. Cristian Aldana repite que la cumbia es una mierda y Cordera le contesta: “La cumbia es una masa”.

2002

Alfombra roja. Limusina. Dólar liberado. Tensión. Charly debuta en Cosquín y les pone los pelos de punta a los organizadores. “Ya llegó, ahora falta que se vaya”, transpira en palabras José Palazzo, el mandamás. Los Piojos meten 15 mil personas el sábado, y García 3 mil menos al otro día, pero su recital garpa. Lluvia torrencial, cierre con el Himno y 5 mil dólares en fuegos artificiales, que estallan cuando García deja la escena. Es la vez, también, que Dárgelos, de Babasónicos, sube a tocar en calzas de ballet y plumas de vedette. Algunos lo putean, otros no.

2003

Un millón de pesos de inversión para cuatro noches de rock tras las sierras. Asisten 55 mil personas en total y buena parte ve a Charly cantar “El karma de vivir al sur” con su hijo Migue, a Cordera en llamas y rodeado de minas al son de “La petisita culona” y a Fito Páez hacer “Giros” por primera vez en años. Brilla Pappo con sus solos (“B.B. King” y “Tan solo”) durante el interminable show de Los Piojos, y Pity Intoxicado se desmarca con el rap de la marihuana y los Simpson.

2004

Visitas internacionales: Molotov y La Vela Puerca. Debutan dos pesos pesados: León Gieco y Luis Alberto Spinetta, pero es Charly el que da la nota: problemas de sonido, rebelión de bigote y quilombo; todos derrapan. Otra vez son cuatro noches, pero esta vez se habla de 85 mil personas. Sokol y Andrés Ciro se lastiman las piernas en escena y la Próspero ya le empieza a quedar chica al rock.

2005

Comuna de San Roque. Más de 120 mil personas en un pueblito de 1500. Falta luz, falta agua, los baños se abarrotan y existe un solo locutorio en 30 kilómetros a la redonda, pero resulta el festival de rock más excitante, maravilloso y conmovedor de la historia de los festivales de rock de acá: el Woodstock argentino. Pappo se cruza con Charly para una tremenda versión de “Sucio y desprolijo”, Spinetta da un recital brillante mientras el sol se pone en su vaina y es la última presentación del Carpo por dos: Pappo’s Blues y Riff. Inolvidable.

2006

(Casi) igual que en 2005, pero con VIP y más sponsors. Cien mil personas al natural notan que tiembla la tierra cuando Skay se manda con “Ji ji ji” durante la primera luna. Los de seguridad fajan a Cristian Aldana porque no se quiere bajar del escenario y el Mono de Kapanga embiste contra Charly: “Dejate de romper las pelotas, viejo choto”. La patria rockera homenajea a Pappo, la ausencia más notable.

2007

Manda el rock chabón. Callejeros y sus satélites copan la parada. Es la noche con más gente y Fontanet marca terreno. Divide: “El que quiere entender, que entienda, y el que no, que se quede discutiendo contra la pared. Nosotros vamos a seguir juntos”. De Cromañón ni se habla.

2008

De los tres días llueve en dos y el enorme predio de San Roque se transforma en un lodazal intransitable. Barro hasta la cintura. Brillan los Ratones con Gaitán y la vuelta de Pablo Memi; Sokol se sube a cantar con todos. Presenta al Pity como “¡el verdadero auténtico!” y Las Pelotas dan el mejor show de la edición, por lejos.

2009

Massacre, Los Ratones, No Te Va Gustar, Catupecu, Ratones... Todos le rinden homenaje al Bocha, otra gran ausencia. Daffunchio no dice palabra, pero entre lágrimas canta “El cazador”, uno de los temas preferidos del compañero que se fue. Ian Gillan, de Deep Purple, hace lo que puede con su maltrecha garganta, y Gieco protagoniza un hito al cambiar su banda estable por D-Mente. “La mamá de Jimmy”, impecable.