Ni el intenso frío neoyorquino pudo mitigar el cariño de los fans de John Lennon, que se reunieron en el Central Park frente al memorial en honor al músico de Los Beatles, asesinado el 8 de diciembre de 1980. El memorial es un pequeño espacio que fue el favorito de Lennon y su mujer, Yoko Ono, y que más tarde el Central Park declaró como “sitio tranquilo”. “No se puede andar en bicicleta”, reza un cartel. Este pequeño sector del inmenso parque lleva el nombre de “Strawberry Fields”: otro homenaje a Lennon, esta vez a la bella canción que compuso. Desde el memorial se puede apreciar el edificio Dakota, donde Lennon vivía con su pareja. Y desde ahí también es posible evocar el momento más triste: el de su asesinato.