El actor chileno Franklin Caicedo, de larga trayectoria en el teatro y el cine argentino, falleció ayer a los 85 años en un centro asistencial de Santiago de Chile. Hace un año había sido internado en el hospital Sótero del Río de la capital del país trasandino, como consecuencia de una enfermedad sobre la que no se informó. Caicedo, que llevaba 40 años radicado en la Argentina, participó en numerosas películas, obras de teatro y programas de ficción en TV.

Nacido en 1928 en la ciudad portuaria Iquique –ubicada en el norte chileno–, se destacó desde muy joven como parte del Teatro Experimental de la Universidad de Chile, con los que realizó giras por América. Uno de sus hitos en este período fue dirigir Fulgor y muerte de Joaquín Murieta, la única obra teatral que escribió Pablo Neruda, con quien tuvo una estrecha relación.

En 1957 protagonizó una de las películas precursoras del llamado Nuevo Cine Chileno, Tres miradas a la calle, de Naum Kramarenco. En una de estas giras, Caicedo llegó a Buenos Aires en 1969. Contagiado de la activa escena teatral porteña decidió quedarse para continuar sus estudios, esta vez en la escuela de Augusto Fernandes. Tras algún tiempo de gira por Europa junto a esa compañía, fue invitado a participar en la obra Lisandro, junto al actor Pepe Soriano.

En la cinematografía nacional se cuenta su participación en el clásico La Patagonia rebelde (dirigida por Héctor Olivera), cuyo elenco pertenecía al grupo de actores dirigido por Fernandes. Una larga trayectoria en la pantalla grande lo llevó a integrar los elencos de cerca de 20 películas como La isla, Los gauchos judíos, Tacos altos, Yo, la peor de todas, Bairoletto, El viaje, Tres minutos y Nada por perder, entre otras. En TV, trabajó en novelas como Cosecharás tu siembra y en unitarios como El garante y La mujer del presidente.

En 1999 recibió el Premio Florencio Sánchez (reconocimiento otorgado por la Casa del Teatro) como mejor actor de reparto, y el Estrella de Mar por su participación en la obra El precio, de Arthur Miller. Su extensa carrera le valió además la Orden al Mérito en el grado de Caballero de la presidencia de la República de Chile, y la medalla presidencial por el centenario del nacimiento de Pablo Neruda en 2003.

Sus últimas dos apariciones sobre el escenario fueron en Sobremonte, el padre de la patria, estrenada en 2003 en el Teatro San Martín; y en 2007, con El cartero de Neruda (la conocida pieza de Antonio Skármeta) en la que se destacó como productor y actor, en esta segunda vuelta al poeta chileno. Sus restos fueron velados en la iglesia María Magdalena, de la comuna de Puente Alto en Santiago de Chile. El funeral se llevará a cabo en el Mausoleo de Sidarte del Cementerio General de esa misma ciudad.