El 16 de diciembre, en mi habitual recorrida por los diferentes diarios, encuentro una particular nota en el diario La Nación firmada por el Sr. José Crettaz. El autor titula y desarrolla el artículo con la clara intención de estigmatizar la labor de actores, directores y productores argentinos. Trata a los trabajadores que formamos parte de un plan de fomento a la realización audiovisual en la Argentina como si fuéramos ladrones de caminos.

En principio quiero aclarar que me enorgullece ser el primero en encabezar la lista de los actores que hemos formado parte de este movimiento que permitió, entre otras cosas, que ciudades del interior y la misma Capital contasen con la posibilidad de desarrollar una industria televisiva en sus propios lugares, narrando sus propias historias y con dinero del Estado. Sí, dinero de todos los argentinos invertido en Cultura.

Aclaro además que los actores que allí hemos trabajado no hemos cobrado subsidios, como pretende hacer creer a algún lector desprevenido el señor Crettaz. Hemos cobrado por nuestro trabajo que, en buena hora, forma parte de un Plan de Fomento que ha dado más de 100.000 puestos de trabajo, que ha generado más de 6000 horas de Contenido Audiovisual, y más de 680 títulos, por enumerar algunos de los beneficios. También, por si fuese necesario aclarar, he trabajado en la misma medida y con la misma libertad en el ámbito privado. Con el enorme orgullo que significa haber sido convocado por tantos directores de prestigio nacional e internacional.

Para tranquilidad de la Justicia, del diario La Nación y del señor Crettaz, someto mis Declaraciones Juradas, mis Recibos de Haberes y lo que disponga quien corresponde, a ser revisados y exhibidos públicamente para que ningún lector sea engañado sobre las actividades desarrolladas en Democracia y planificadas en el marco de la inclusión social y el desarrollo de la Cultura.

* Esta carta fue enviada en primer lugar al diario La Nación, que no la publicó.