Cuando Paul McCartney dijo “Buenas noches Córdoba” y “Hola culiados”, el estadio Kempes se vino abajo. Unas cuarenta mil personas estallaron ante el saludo del ex beatle, pero ya lo habían hecho antes, porque a las 19.30 Paul sacudió a la multitud con una de esas canciones infalibles: “A hard day’s night”. Un público heterodoxo, multigeneracional y de distintas partes del país (además de los locales se vio a muchos santafecinos y tucumanos) cantó cada una de las canciones del artista británico, impecable con su traje y su jean azul, y su camisa blanca. Una treintena de temas atravesó la noche cordobesa, entre ellos clásicos como “Let it be”, “Hey Jude” y “Yesterday”. Aunque también hubo espacio para que Paul interpretara “My Valentine”, dedicado a su esposa Nancy, que estaba en el estadio. Mañana McCartney se presentará en el Estadio Ciudad de La Plata.