Viernes, 23 de marzo de 2007 | Hoy
ENTREVISTA A CHRIS LOWE, DE PET SHOP BOYS
Sus melodías electropop renovaron la escena de los ’80, pero el grupo no quiere convertirse en “clásico” y sigue experimentando nuevos formatos.
Por Roque Casciero
¿Qué sería de la historia de la música popular sin los encuentros casuales? No existirían los Rolling Stones, por ejemplo, si Mick Jagger no hubiera visto la pila de discos de blues que cargaba Keith Richards en una estación de trenes inglesa. Y, por supuesto, el pop electrónico se habría perdido a sus más conspicuos representantes, los Pet Shop Boys, si sus dos integrantes no se hubieran cruzado en un negocio de audio, en agosto de 1981. Las letras irónicas y la voz de Neil Tennant, y las melodías electropop de Chris Lowe renovaron la escena en los ’80 y nadie puede quitarles esa medalla. Pero los PSB nunca se detuvieron: en los últimos tiempos compusieron una banda sonora para la legendaria película muda El acorazado Potemkin, sacaron un nuevo álbum de estudio llamado Fundamental (que aquí salió acompañado de un disco de remixes) y publicaron Concrete, la grabación de un concierto junto a la orquesta de la BBC. “Eso salió porque la BBC nos pidió que hiciéramos un concierto con la orquesta de la emisora para que saliera al aire por Radio 2”, le explica Lowe a Página/12. “Hicimos todo el concierto con la orquesta y muchos de los grandes músicos que han trabajado con Trevor, además de un par de invitados especiales, Rufus Wainright y Robbie Williams. Y cuando escuchamos la grabación, pensamos que era un gran álbum y que debíamos publicarlo.” Sin embargo, en la gira que los trae esta noche al Luna Park, Tennant y Lowe –más tres cantantes y dos bailarines– tocan canciones que, simplemente, tenían ganas de hacer. Y el repaso va desde la iniciática “West End Girls” hasta el presente, con varias figuritas difíciles intercaladas con los hits.
–En 1995 apareció en el diario inglés The Guardian un comentario en el que decía que usted era “posiblemente más famoso por no hacer nada que casi nadie en la historia del entretenimiento popular”.
–Yo dije eso sobre mí mismo (se ríe). Es que siempre me gustó dar la impresión de que no estoy haciendo demasiado. De todos modos, Neil y yo estamos involucrados en todos los aspectos de Pet Shop Boys: en la puesta de los conciertos, en los castings de bailarines y cantantes, trabajamos en las canciones. Además, realmente nunca paramos, más allá de un par de semanas de vacaciones cada tanto, mientras que la mayoría de los grupos con tanta trayectoria siempre se toman uno o dos años libres. Nuestro trabajo no siempre está relacionado con la música pop. Lo próximo que nos gustaría hacer es escribir un ballet. No conozco a nadie que trabaje mucho más que nosotros. Así que ese comentario era simplemente poco serio.
–El hecho de que son un dúo, ¿hace que la dinámica de la banda sea más sencilla?
–Eso creo. La razón por la que somos un dúo es que la tecnología nos lo permite. Aparecimos en los ’80, cuando la batería programada y el sequencer recién se habían inventado, y ahora guardamos montones de software en una laptop, así que tenemos el control de todo lo que hacemos. Antes de eso, las bandas siempre eran por lo menos de tres personas. Pero estas cosas son circulares, por eso ahora las bandas volvieron a ser populares. Pero para el modo en el que escribimos nuestra música y la presentamos en vivo, un dúo encaja perfecto.
–Por eso llama la atención Concrete. Y no tanto porque tocan con una orquesta sino porque ¡tienen un baterista!
–Sí, eso es muy raro... Nunca antes habíamos tocado con un baterista. Pero eso apareció porque Trevor Horn, el director musical, es bajista y nos propuso que hubiera una banda, y nos pareció bien. Creo que le dio un sonido nuevo e interesante a nuestra música. Es una dinámica y una sensación diferente, pero no necesariamente vamos a repetirlo. En nuestros comienzos nos gustó la idea de ser un dúo de pop electrónico y nunca nos gustó cuando grupos como Eurythmics de repente se convertían en bandas de rock and roll. Nosotros nos oponíamos a eso, nos gustaba la idea de la pureza de los sintetizadores. Pero uno siempre quiere cambiar...
–Y han sabido mantener esa esencia de dúo de pop electrónico aunque, a lo largo de los años, hayan agregado guitarras o una orquesta.
–Es que, aunque mencioné que nos gustaba la pureza de los sintetizadores, nunca fuimos puristas. Siempre usamos orquestas, guitarras y muy raramente batería. El tema es que cuando empezamos también aparecían los samplers, así que muy felizmente usábamos un sample de trompeta o de un cuarteto de cuerdas. Usábamos cualquier cosa a la que le poníamos las manos encima con tal de desarrollar el potencial de las canciones.
–Cuando escuchó por primera vez la letra de “I’m with Stupid”, de Fundamental, ¿se dio cuenta de que Tennant hablaba sobre Bush y Blair?
–Sí. Antes de que Neil escribiera las canciones de Fundamental, nos sentamos a diseñar una especie de manifiesto, una lista de lo que queríamos que tratara el disco. Y una de las cosas era la especial relación entre Estados Unidos y el Reino Unido, y también la que tienen Bush y Blair. Es liviana, una sátira, no es para tomársela demasiado en serio. Puede ser tomada de otra forma, porque es una canción de amor común y corriente, pero funciona perfectamente pensando en Bush y en Blair.
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