No es casual que la primera entrega de los premios Atina (Asociación de teatristas independientes para niños y adolescentes) se haya realizado el 20 de marzo: ése es el Día Mundial del Teatro para Niños. En una ceremonia sencilla, realizada a pulmón y para hacer crecer al teatro infantil, se llevó a cabo en el Teatro La Comedia con el fin de “estimular” la producción para niños más que con la idea de ponerlas a competir entre ellas. A todo vapor, de Teresa Duggan; El viento entre las hojas, de Rafael Curci; La niña invisible, del grupo Atacados por el Arte, y Sin escalas, de La Pipetuá, fueron los espectáculos destacados. Además, se premió a Carlos Gianni y a Hugo Midón por su trabajo conjunto de tantos años en el teatro para chicos.

Los premios, que se entregaron a las producciones realizadas durante el año pasado, tienen como objetivo estimular a los teatristas que se dedican al género infantil y juvenil, hacer conocer la actividad y difundirla en todos sus aspectos: creación, producción, investigación, realización. Carlos de Urquiza, presidente de Atina y especialista en teatro para niños, explicó a Página/12 que “el teatro infantil tiene una gran fuerza en cuanto a la cantidad, pero la renovación es muy poca. Está faltando mayor especialización y mayor audacia para enfocar temas que hacen al teatro para chicos y no nos animamos a plantear y tratar, que hacen a su realidad, como el divorcio, la discriminación, la violencia, la muerte. El chico los vive como situación cotidiana y el teatro infantil no los recoge, porque existe un concepto que dice que el teatro para chicos es sólo diversión. Desde Atina tratamos, a través de los festivales internacionales y llevando nuestros espectáculos al exterior, de que nuestros teatristas se nutran de lo que sucede en otros lugares”.

También hubo espacio para las “distinciones especiales”, esas que trascienden la presentación de una obra particular para lograr el reconocimiento. La periodista Ruth Mehl fue destacada con la mención “A la persona que contribuyó a la difusión del teatro para niños” como crítica de teatro infantil. Midón habló del premio que recibió junto con Gianni: “Rescataría que el tiempo se pasó volando; siento que en cada espectáculo estamos como la primera vez; siempre estamos (como se dice) al palo, con muchas ganas de renovarnos. Esta relación siempre fue muy viva, muy agradable, y a mí me permitió hacer muchas cosas en el teatro, porque la música de Carlos es una música absolutamente teatral; por la formación que tiene, hace una música muy difícil de escuchar en Argentina”.

Tras la ceremonia, Midón opinó que la actividad que está realizando Atina servirá “en la medida en que pueda generar algunas alternativas nuevas o diferentes para los elencos, como abrir caminos en el exterior, algo de lo que nuestra generación nunca se ocupó. Hacíamos las cosas para nuestro público, no nos interesaba ir afuera, a los certámenes. Ellos están buscando espacios afuera, cosa que puede abrir el mercado. Y me parece que una asociación de teatristas está bien que la cumpla”, pero esto no es una receta mágica: “Desde el punto de vista de mejorar la calidad de los espectáculos, depende de los artistas, no de las asociaciones. Ojalá sirva para que los artistas se esfuercen por hacer mejor las cosas”.

Sobre la ceremonia, opinó que fue una reunión “de gente que se dedica al teatro infantil, esto no tiene trascendencia. El día que la tenga podrá servir mucho más a todos esto que hace Atina, pero todavía está dentro de un núcleo de ‘hacedores’. Es una institución muy joven, que tiene un gran trabajo por delante”, concluyó. Y De Urquiza resaltó el trabajo que viene realizando la asociación: “Atina ocupó este espacio vacío que tiene el género para luchar con el objetivo de lograr un mayor reconocimiento, ya que en las salas el teatro infantil es el furgón de cola y también en los premios: el ACE, el María Guerrero. Cuando el rubro infantil está, son los dos o tres espectáculos que comercialmente tuvieron mayor difusión. Es un rubro subvaluado. No tenía espacio propio de premiación, en donde gente especializada en el tema reconociera el valor de los trabajos”, explicó.