8

EL VIENTO QUE
ACARICIA EL PRADO

de Ken Loach.
Con Cillian Murphy y Liam Cunningham.
2006, 127 min.
AVH.

Ubicada en Irlanda a comienzos del siglo XX, es lícito pensar a El viento que acaricia el prado como cierre de un díptico sobre la revolución como tragedia, que Ken Loach había iniciado con Tierra y libertad. Si aquélla, que transcurría durante la Guerra Civil Española, hacía foco en las luchas fratricidas dentro del bando republicano, aquí ocurre algo semejante (pero ahora literal) con la historia de dos hermanos, fundadores del IRA. Tras sufrir los atropellos de la corona, su ejército y los terratenientes locales, un grupo de patriotas conforma un ejército de liberación. Pero cuando hayan corrido a los ingleses sobrevendrán las sospechas internas y las ejecuciones sumarias. Lúcida, trágica y valiente.

6

SOPHIE SCHOLL

de Marc Rothemund.
Con Julia Jentsch, F. Hinrichs y G. Alexander Held.
2005, 120 min.
Transeuropa.

Al contrario de Ken Loach, en Sophie Scholl el realizador alemán Marc Rothemund aborda la historia a partir de una obvia oposición entre tiernos corderitos y lobos feroces. Los primeros son los integrantes de La Rosa Blanca (grupo de estudiantes opositores al nazismo, en pleno régimen) y los segundos, los nazis que los atrapan y los juzgan, en uno de los juicios menos imparciales de que se tenga memoria. Mientras Loach pone el dedo en una llaga poco explorada, Rothemund (que filma esta tragedia histórica con la misma impasibilidad con que había rodado la comedia tonta Hormigas en mis pantalones) se limita a reproducir lo que el espectador sabía o sospechaba desde antes.

7

YO PRESIDENTE

de Mariano Cohn y Gastón Duprat.
Con C. Menem, R. Alfonsín y F. de la Rúa.
2006, 75 min.

Otro acercamiento a la historia y la política, pero más cercano, Yo Presidente consiste en la serie de entrevistas que Mariano Cohn y Gastón Duprat realizaron a todos los mandatarios argentinos posdictadura militar. La astucia de los realizadores (los mismos de Televisión abierta) radica en dejar cámaras y micrófonos encendidos todo el tiempo, con lo cual agarran en falso a sus entrevistados. Promoviendo la clase de risita nerviosa que generan las cosas graciosas que en el fondo no lo son tanto, aquí puede verse a los asistentes de Menem echándoles flit a moscas inoportunas, a Duhalde haciendo la apología de la caza mayor o a De la Rúa acomplejado con su “seriedad”. Ejem.

6

LA IDIOCRACIA

de Mike Judge.
Con Luke Wilson, Dax Shepard y Maya Rudolph.
2006, 84 min.
Gativideo.

Escrita y dirigida por Mike Judge (creador de Beavis and Butthead), La idiocracia hace foco, como buena comedia de ciencia ficción, en un experimento que sale mal. Ideado por el Pentágono, el experimento consiste en hibernar al tipo más mediocre del mundo (un soldado de escritorio), para estudiar su reacción una vez deshibernado. Pero tras un imprevisto, el tipo despierta dentro de 500 años, cuando la estupidización humana, actualmente en pleno curso, ha alcanzado niveles jamás vistos. Apuntando los dardos sobre el presente, como corresponde al género, La idiocracia está todo el tiempo a punto de ser muy cómica. Pero nunca llega hasta ahí, porque en su transcurso Judge se queda como idiotizado.