¿Qué tienen en común Charly García, Dios, el presidente de la Confederación Helvética, la tecnología y un partido de fútbol? En principio, que despertaron el interés de autores que expondrán sus obras en la XVII edición de Encuentros Abiertos–Festival de la Luz. Se trata de un importante evento de fotografía artística –“uno de los principales de América latina”, según sus impulsores– cuyos números apabullan: 500 miradas en 130 muestras distribuidas en 30 ciudades de la Argentina, de norte a sur, con trabajos de 17 países. Se inaugura hoy y se extenderá durante agosto y septiembre, con entrada libre y gratuita. Por otra parte, lo que agrupa a todos aquellos significantes que a simple vista no tienen nada que ver es que remiten a la pasión del hombre. Sobre esta temática girarán los materiales del Festival de la Luz, que podrán verse en todas las provincias, excepto en Santiago del Estero y Formosa.

“Nuestro propósito principal es la difusión de la fotografía argentina en el mundo”, subraya a Página/12 Elda Harrington, directora general de la movida. “Descubrir nuevos talentos y dar a conocer los que nadie conoce”, añade. Habla en plural porque lo hace en nombre de la Fundación Luz Austral, que es la que organiza este evento de larga data: la primera edición en la Argentina tuvo lugar en 1989, a modo de festejo por los 150 años que se cumplían de la presentación de la fotografía como invento ante la Academia de Ciencias de París. “Fue en plena hiperinflación, entonces surgió la idea de hacer algo convocante y gratuito. Vinieron 120 fotógrafos de todo el país a participar. En ese momento había muy pocas exposiciones, talleres y cursos. Por eso fue un éxito”, cuenta Harrington. Decidieron, entonces, no esperar 150 años más para repetir el acontecimiento. Y lo sostuvieron todos los años, hasta el ’98, en distintas sedes. Creció sin cesar. A partir de ese momento, por las dificultades que acarreaba llevarlo a cabo, el festival se convirtió en bienal. Además, adquirió carácter federal.

También en el ’98 se conformó lo que internacionalmente se llamó FOL (Festival of Light). “Los principales encuentros de fotografía del mundo se asociaron. Se decidió que íbamos a llamar al 2000 ‘el año de la luz’ y que íbamos a hacer un megaevento. ¡Creíamos que en 2000 se acababa el mundo! Por eso lo hicimos. Cada iniciativa mantuvo su identidad, su fecha y sus características, pero llevó como segundo nombre Festival de la Luz. La agrupación continúa, reúne a 26 eventos de cinco continentes. Pero sólo nosotros usamos el nombre: pegó mucho en castellano”, se explaya la fotógrafa. Explica que Encuentros Abiertos es una ventana al mundo para los cazadores de imágenes porque, precisamente, está conectado con esos 26 países que integran la asociación. De todos modos, la propuesta –que cuenta con el auspicio del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y de la Ley de Mecenazgo y el apoyo de las secretarías de Cultura de Salta, Neuquén y San Juan– está pensada no solamente para aficionados o profesionales, sino también para el público en general.

Hasta 2010, el festival reunía obras de temática libre. Después, Harrington –que está al frente del proyecto junto a Silvia Mangialardi, directora artística– reprodujo el modelo que encontró en diferentes partes del mundo e invitó a participar con un punto de partida en común. Algunas obras, la mayoría, llegan por convocatoria. Otras las elige Harrington durante sus viajes y las hay aportadas por curadores invitados. En el año del Bicentenario, la directora propuso a los fotógrafos que indagaran en el tópico “migraciones”. En esta edición optó por “la pasión, en el más amplio de los sentidos”. “Es un sentimiento que nos mueve. Es irracional, humana y genuina. Nos permite amar, emocionarnos, mejorar y crecer sabiamente. Nos hace sufrir, enfurecer y llorar. Suele ser la responsable de los mejores momentos de nuestras vidas. En otros es la culpable de actos impensados de locura y muerte”, escribió Harrington sobre el tema elegido. Fue justamente la pasión la que la alejó de la actividad que más la entusiasmaba antes (la fotografía, claro) para dedicarse casi de lleno a promover un ámbito en el que se cruza mucha gente dedicada a eso. “En todo este tiempo y pese a las dificultades que surgen durante la organización, nunca he perdido el deseo de difundir.”

Es evidente que “pasión” es un concepto amplio y al mismo tiempo rico para traducir en imágenes. Así lo demuestran algunas de las imágenes, tanto como la síntesis escrita de lo que comunican algunas de las muestras. Entre los subtemas se encuentran el poder, visto por un fotógrafo que siguió durante cuatro años al presidente de la Confederación Helvética (Christian Lutz), la tecnología (Catherine Balet), la profesión (Meg Birnhaum), la longevidad “como sinónimo de la pasión por vivir” (Fifi Rong) y hasta el fanatismo bélico en un trabajo sobre el sitio de Leningrado (de 25 autores rusos). “Lo primero que pensamos es que íbamos a tener muchas propuestas sobre amor. Pero nos equivocamos. Hubo muy pocas entre las 330 que recibimos”, cuenta la directora. Hubo dos pasiones que capturaron la mayoría de las miradas: el fútbol y la religión. “¡Y eso que a nosotras no nos interesaba tanto ese deporte!”, expresa Harrington. Pero hasta una rusa que anda de paseo por Buenos Aires se interesó por él y tomó fotos en Plaza San Martín.

El festival incluirá un homenaje a Sara Facio, quien este año cumplió 80, con una retrospectiva. Otra muestra recomendada por Harrington es la del húngaro André Kertesz, considerado una de las figuras más influyentes de la fotografía. Tanto en San Juan, Neuquén y Salta como en la ciudad de Buenos Aires, a las exposiciones en museos, galerías y centros culturales se sumarán conferencias de artistas y curadores, talleres e intervenciones urbanas. En territorio porteño habrá un foro de portfolios, una actividad arancelada en la que los artistas pueden acercar su obra a editores para que los ayuden con la difusión de sus obras. “Este año incorporamos una acción nueva”, se entusiasma la fotógrafa. “Nos asociamos a bares notables e invitamos a la gente a que sea fotógrafa por un rato, jugando con el concepto ‘pasión’. Puede sacar fotos de besos y abrazos, rememorando los momentos de películas e imágenes clásicas. Va a haber voluntarios nuestros en días y horarios determinados”, explica la fotógrafa.

* La programación completa se puede consultar en www.encuentrosabiertos.com.ar.