La semana pasada DirecTV estrenó la segunda temporada de The Fall (va los lunes a las 22) que consta de seis episodios. Contrariamente a una de las posibles acepciones de su título, esta laureada producción de la BBC significó un repunte en la trayectoria de Gillian Anderson (The X Files) y el ascenso para su coprotagonista Jamie Dornan (Cincuenta sombras de Grey). La historia del policial no es tan novedosa en sí (una oficial debe desenmascarar a un asesino serial) sino el modo en el que se presenta y desarrolla la trama. A contramano del “Whodunit” clásico, desde un comienzo se supo que Paul Spector era el responsable de los crímenes. Padre ejemplar, y profesional respetado, en el que habita un depredador sexual sanguinario. Uno de los motivos por los que esta producción se ganó sus adeptos, es que el accionar del homicida y de la policía van a la par. Otro de sus puntos altos tiene que ver con el trasfondo de una Belfast (Irlanda del Norte) con todas las heridas políticas, religiosas y militares sin cicatrizar. “Si The Fall logró su impacto es porque lidia con aspectos muy humanos. Es más que otro policial de procedimiento. ¿Hasta dónde se conoce hasta este sujeto? Es un tipo de continuum del comportamiento masculino. Es un hombre ordinario y eso desconcierta a la gente”, aseguró su creador Allan Cubbit. En marzo se confirmó que habrá una nueva temporada.