Lunes, 25 de enero de 2016 | Hoy
SERIES › ANGEL FROM HELL, POR WARNER CHANNEL
La sitcom se centra en la vida de un ángel vicioso y querible que debe cuidar a una joven. Jane Lynch se carga el personaje con sus mohínes y prestancia. Gag, frase, remate, palo y a la bolsa, en un formato de media hora.
Por Federico Lisica
Tras haber sido Sue Sylvester durante varias temporadas –la semivillana de Glee que le valió el reconocimiento masivo– Jane Lynch vuelve con un personaje a sus anchas. En Angel from Hell (va por Warner Channel los lunes a las 22) es despatarrada, boca sucia, hipersexual, dionisíaca pero con un desmadre generoso hacia los demás. Aquí interpreta a un ángel de la guarda que rompe con el mandamiento de trabajar de manera imperceptible. Como si Las alas del deseo de Wim Wenders se hubieran revolcado con la comedia americana.
De hecho, fue con la pequeña participación de la actriz en Virgen a los 40 (Judd Apatow, 2005) y en los mockumentaries de Christopher Guest donde terminó de dar con ese personaje que puede descolocar con sus frases e insinuaciones. Comentarios que rompen con un phisique du rol imposible, el de una rubia brillante de más de un metro ochenta, algo atolondrada, siempre visible y con ojos penetrantes. “¿Saben que desayunaba por la mañana?...Cocaína”, fue su remate en Role Models (David Wain, 2008) y podría haberlo dicho en más de una de las entregas en las que ha participado. En esta comedia creada por Tad Quill (Scrubs), esa frase no llega a decirse por muy poco.
Lynch personifica a Amy, quien debe velar por Allison Fuller (Maggie Lawson de Psych). Pero su protegida no es de aquellas que andan recitando “ángel de la guarda, dulce compañía, no me desampares ni de noche ni de día”. Se trata de una mujer controladora y agnóstica. Amy decide blanquearle su trabajo como guía porque siente que la joven doctora está errando el camino en la vida. Siempre viviendo para los demás. “¿Qué debo hacer? ¿No avisarte y meterme la cabeza por el culo?” Ese es el timing de la serie: gag, frase, remate, palo y a la bolsa en un formato de media hora. Allyson, por su parte, cree que está frente a una acosadora o que es una chiflada simpática, hasta que sus advertencias comienzan a volverse realidad. Y si la humana se pone muy testaruda, Amy se despacha con recuerdos de su infancia: “Tuviste tu primer orgasmo cuando te tiraste un pedo, fue bastante vergonzoso”, le dice.
“Amo el descalabro que es este personaje, que no tenga ningún tipo de inconveniente o vergüenza con que sea alcohólica o deba vivir en un auto. A la vez haría cualquier cosa por Allyson. Hay mucho en juego para ella porque quiere seguir siendo un ángel y esta es su última oportunidad: la viene jodiendo bastante”, declaró Lynch. En definitiva, la serie está repleta de chistes sobre tener cáncer y eructos pero bajo un manto tierno. Y más allá de los vicios se siente un dejo de enseñanza. “Hay un elemento espiritual porque Amy trata de hacer las cosas bien, pero es una comedia, desde el comienzo hasta el final. El intento es que sea gracioso”, planteó Quill. Su creador dijo que la mayor influencia para Angel from Hell fueron viejas series como Mi Bella Genio y Hechizada. ¿Qué pasaría si en el mundo actual una persona se te acerca y te dice que es tu ángel guardián? Y para peor, es borracha y huele un poquito como un linyera”, señaló quien también produjo Spin City y la nueva versión de Extraña Pareja. Los primeros episodios tuvieron una repercusión notable en cuanto a rating y también suscitaron críticas de asociaciones cristianas que se sintieron ofendidas por la caracterización de Lynch. “Ella ama su forma humana. Ama la comida. Ama el sexo. Ama beber”, especificó Lynch sobre su criatura, más que ángel caído, uno que tropieza seguido.
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