“Responsables o irresponsables”, dijo Daniel Barenboim, con singular dureza. Estaba por finalizar su penúltimo concierto en Buenos Aires, el domingo a la noche, en el Luna Park y frente a un público masivo –ayer fue el último, en el Teatro Coliseo–, y el notable director decidió pronunciarse públicamente acerca de la situación del Teatro Colón. Es que el concierto, programado por el Mozarteum con el apoyo del Gobierno de la Ciudad, era en homenaje de esa sala. “No me gusta hablar durante los conciertos, porque creo que la música habla por sí sola. Pero hoy es un día especial, porque este concierto debió haber sido en el Teatro Colón. Que hoy estemos aquí habla a las claras de lo que sucede en la Argentina. Que a una semana de su centenario el Colón no esté funcionando es un indicio de que las cosas no funcionan. El Colón es un símbolo de la existencia de la cultura en la Argentina –dijo, ovacionado por el público–. Hoy pido a las personas, responsables e irresponsables de esta triste realidad, que se den cuenta de lo que este teatro representa. Los laureles que supimos conseguir no son eternos. Hay que reconquistarlos todos los días.” Después, la orquesta de la Capilla Estatal de Berlín tocó el Himno Nacional Argentino. Y el Luna Park cantó esperando que la plegaria de Barenboim sea atendida.