En 1912, en la Sonderbund de Colonia, tuvo lugar una de las exposiciones más importantes de los miembros del grupo Die Brücke (el puente). Allí aparecían los ejes de lo que sería el expresionismo. Y ese mismo año, Arnold Schönberg compuso Tres veces siete poemas del Pierrot Lunaire de Albert Giraud, un conjunto de 21 canciones en que la voz solista se expresa con canto hablado. Conocidas como Pierrot Lunaire, a secas, son, tal vez, la mejor encarnación musical posible de ese expresionismo que hablaba del desencanto europeo –y de las crisis estéticas– de la preguerra. A un siglo casi exacto de su estreno (el 16 de octubre de 1912) hoy sube a escena, en el CETC, un homenaje a la obra del compositor austríaco con idea, guión y dirección general de Marcelo Delgado. Con el título de Museo Pierrot, se realizarán tres conciertos a lo largo de varias funciones en diferentes jornadas, incluyendo, además del Pierrot Lunaire, obras de autores argentinos inspiradas en él y especialmente encargadas por el CETC. Esta noche, a las 20.30 y a las 22, se presentará Pierrot trashumante; mañana, desde las 20 y hasta la 1 de la madrugada del día siguiente, se presentará una suerte de loop con la obra de Schönberg, en combinación con La noche de los museos, y el domingo, a las 18 y a las 19.30, será el turno de Pierrot, un prisma. Entre los intérpretes estarán Alejandra Egido, Derli Prada, Nati Iñón, Federico Figueroa, Matías Nieva en trompeta, Axel Juárez en trombón, Richard Alonso en tuba, Gonzalo Pérez en bombo, Rodrigo de Caso en violín y Malena Levín en piano, Graciela Oddone, Cecilia Pastorino y Johanna Pisani.