Martes, 4 de diciembre de 2012 | Hoy
MUSICA
La cantante cordobesa y la actriz mexicana presentarán hoy y mañana en el ND Ateneo su irreverente espectáculo, que tiene como disparador conceptual la siguiente pregunta: “¿Por qué hay gente que sigue creyendo en Dios? y, sobre todo, ¿para qué?”
Por Cecilia Hopkins
Cantante de géneros variadísimos, la cordobesa Liliana Felipe –cuyo último disco, Tangos de Discépolo, recibió recientemente el Premio Gardel– suele visitar tanto su provincia como esta capital para presentarse en conciertos o participar en actos vinculados con los derechos humanos (ya cantó dos veces en la ex ESMA y en otras oportunidades, a beneficio de HIJOS), pero es ésta la primera vez que viene junto a la mexicana Jesusa Rodríguez –actriz iconoclasta como pocas– para hacer funciones de un espectáculo de cabaret, género teatral de su especialidad. Se trata de Diálogos entre Darwin y Dios, que se presentará hoy y mañana en el ND Ateneo (Paraguay 918).
Además de estar unidas en matrimonio desde 2010, desde hace más de dos décadas que Liliana y Jesusa trabajan juntas en la Ciudad de México. Primero conformaron el dúo Las patronas y abrieron el cabaret El fracaso. Años después regentearon el teatro bar El Hábito, un espacio de cultura independiente del cual se desligaron en 2005 para priorizar el activismo político y el trabajo comunitario. Así lo explicaron al suplemento Soy de Página/12, hace tres años: “Se vaciaba de sentido quedarnos encerradas en una vanguardia que de algún modo ya piensa como una y sumado a que quince años de trabajo nocturno es agotador, cuando quieres ir a dormir están todos enfiestados y a la mañana te tienes que levantar igual a administrar y hacer compras”.
Especialistas en montar irreverentes parodias políticas en formato de revista y performance, Liliana suele acompañar desde un piano las hilarantes caracterizaciones de Jesusa, basadas en arquetipos populares e iconos mexicanos, como Frida Kahlo, la diosa Coatlicue, el dios Quetzalcóatl o el volcán Popocatepetl. Otros ejemplos: en su espectáculo La conquista según la Malinche, desde el personaje de la traductora de Hernán Cortés, las artistas ironizaron acerca de los enjuagues políticos de los primeros tiempos de la colonia, en tanto que en La soldadera autógena, la figura de la miliciana de los tiempos de Emiliano Zapata hablaba de la necesidad de una revolución genética en pos de la igualdad sexual. Por otra parte, en El primero sueño, Sor Juana Inés de la Cruz –poeta emblemática del México colonial– sorprendía a la platea con un striptease.
Estrenada en 2009 en México, con giras por Latinoamérica, Estados Unidos y Europa, Diálogos... presenta a Rodríguez vestida de traje oscuro y corbata roja, oculto su rostro detrás de la máscara barbada de Charles Darwin. A modo de hilo conductor, las canciones de Felipe acompañan esta “farsa metafísica” o “cabaret científico”, como suelen definir al espectáculo. Ambas sostienen que en vista de que “la evolución de las especies por medio de la selección natural se ha puesto en duda en un mundo que involuciona vertiginosamente”, el propio Darwin ha decidido abandonar su tumba para defender su teoría. Pero esto no es todo: “En la segunda parte del espectáculo –adelantan–, el público participa de una experiencia novedosa: la aparición de Dios en persona, a todo color y en todas partes”. El acto sobrenatural tiene lugar, para dar cabida a que el padre de la teoría de la evolución reflexione sobre la invención de Dios. En una entrevista con Página/12, las artistas hacen gala de su humor al comentar su obra.
–¿Cómo nació este espectáculo?
Jesusa Rodríguez: –Como un homenaje a los 200 años del nacimiento de Charles Darwin y a los 150 años de la publicación de El origen de las especies, unido a la necesidad de hacer respetar nuestra condición de ateas en un mundo que se inclina peligrosamente a la derecha y en el que como hongos venenosos resurgen las religiones organizadas.
–¿Hubo que leer y que investigar mucho?
J. R.: –Quizá por eso mismo actualmente las investigaciones profundas no pasan de los 12 minutos en Wikipedia... sin embargo, para este espectáculo hicimos una larga investigación, porque consideramos la aportación de Darwin como la más relevante de los últimos doscientos años.
–Jesusa, ¿qué características tiene el Dios que usted creó?
J. R.: –Mira que Dios se creó a sí mismo... Es obvio que tu pregunta está teñida de incredulidad, por eso fue tan necesario pedirle a Dios que apareciera de una vez por todas, y aunque se negaba a hacerlo en Buenos Aires, lo logramos convencer con un bife de chorizo.
–¿Cómo diría que es?
J. R.: –Autoritario, conservador, hijo de puta... aunque ésta es un licencia poética, porque bien sabemos que no tuvo madre, puesto que se creó a sí mismo. En fin, es un dios como cualquier otro, con virtudes y virtudes y con un solo defecto: se siente omnipotente.
–Y Darwin, ¿está dispuesto a la pelea o es un moderado?
J. R.: –En esta ocasión el duelo argumental es la muerte. Por otro lado y tal como está el mundo, Darwin se debe estar revolcando en su tumba, no tanto por la degradación humana como por el pobre nivel de espectáculos como éste en donde actrices de poca talla se atreven a usurpar su personalidad.
–¿En qué términos dialogan ambos personajes?
J. R.:– Los personajes dialogan en forma triangulada a través del espectador. La santísima trinidad actor-escenario-espectador se hace presente en un deus ex machina y gracias a las canciones de Liliana Felipe, descienden lenguas de fuego por encima de las cabezas del público en un trance colectivo que en teoría debería desembocar en el éxtasis místico de la revelación. Aunque en la práctica no siempre funciona.
–¿Es la oposición creación-evolución el hilo de la controversia?
J. R.: –Básicamente la idea es preguntarse por qué hay gente que sigue creyendo en Dios y sobre todo, ¿para qué? Este misterio nos ha obsesionado a lo largo de nuestra vida y aún hoy nos asombra y nos inquieta, por eso decidimos plantearlo en escena por si alguien nos lo puede aclarar.
–¿Interactúan con los espectadores?
J. R.: –El público interactúa desde antes de comenzar el espectáculo, pues deberá llenar un cuestionario previo al ingreso a la sala. Posteriormente este sondeo dará pie a un momento de improvisación que deberá desembocar en la conversión de los espectadores a un nuevo estilo de vida espiritual y cósmico, o no, pues nunca se sabe dónde puede desembocar el cosmos que surge de una improvisación.
–Liliana, ¿cómo son los temas musicales que integran este cabaret científico?
Liliana Felipe:
–Son una docena de canciones de temas variados: un ramillete espiritual de alabanzas y loas al “Divino Botón”. Algunos fueron creados para el espectáculo y otros son mis eternas taras.–Tal vez podría adelantar el contenido de alguna de las letras...
L. F.: –“Fallamos como especie” está basada en esta frase optimista del escritor colombiano Alvaro Mutis. Por su parte, “Vaticano SA de CV” es el intento de proteger al papa Wojtyla de una posible demanda por protección de pedófilos y a Joseph Ratzinger de sí mismo. Y hay además un homenaje a un militar llamado “Un viejo de mierda”, para que no digan que nada más me ocupo de los curas ancianos. No hay sorpresas, todo mi repertorio ha sido revelado por Wikileaks...
–Jesusa, ¿hay muchas alusiones políticas que el espectador argentino podría no comprender?
J. R.: –El espectáculo tiene dos versiones: la mexicana y la for export. En este caso el público argentino podrá disfrutar del contenido íntegro del espectáculo del mismo modo que se ve obligado a comprar los mismos productos en cualquier duty free del mundo entero.
–¿No han realizado cambios?
L. F.: –Hemos eliminado toda referencia a la política mexicana, no tanto para facilitar la comprensión del espectáculo como para ahorrarle al respetable público el mal trago de conocer la realidad actual de México. Sea como fuere, tenemos confianza en poder llegar vivas a dar estas funciones en el ND Ateneo...
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