Como cada año desde el alba de este siglo, los luthiers argentinos abren sus secretos a todos en varias salas de la Biblioteca Nacional (Agüero 2502), con la decimotercera edición de la muestra Luthería en Buenos Aires, bajo el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Nación. Esta vez, el cara a cara entre expertos, aficionados y amantes de los instrumentos cuenta con la presencia de cincuenta expositores de todo el país, que redistribuirán sus saberes entre conciertos, charlas y encuentros. “El objetivo principal de este evento, para todos nosotros, es demostrarles a los músicos que con maderas nacionales también se pueden hacer instrumentos que suenen muy bien”, señala Sergio Nigrelli, fabricante de guitarras y bajos, y actual presidente de la Asociación Argentina de Luthiers. “Yo le hice una guitarra a Amado Boudou y se sorprendió cuando le dije que se la había hecho enteramente con madera nacional”, amplía el fabricante, urgido por la necesidad de enfatizar las bondades de la luthería nac & pop. “La verdad es que en nuestro país tenemos maderas que están bárbaras, como la cancharana o la lenga, pero se está haciendo poco con ellas. Siempre les digo a los clientes que, si las grandes marcas de instrumentos musicales de Estados Unidos hubiesen estado acá, usarían las maderas de acá.”

Nigrelli muestra en síntesis lo que muchos de sus colegas seguramente ampliarán en los dos debates abiertos al público que se llevarán a cabo mañana en la sala Ortiz de la Biblioteca: uno, a las 14, sobre cuidado y mantenimiento del instrumento, y otro, a las 15.30, sobre consejos a la hora de elegir un instrumento. “También se trata de explicar por qué elegir un instrumento de luthier y no uno de marca, por ejemplo, porque muchas veces hay cosas que los músicos no tienen en cuenta a la hora de elegir un instrumento, o por qué lo eligen, ¿no?... Un luthier se involucra con su instrumento de la misma manera que un artista con su obra de arte, porque en definitiva somos lo que hacemos, y por eso estamos en todo el proceso creativo. Esto no es una fábrica que ensambla o corta a través de distintas personas: acá cada pieza es única”, profundiza Marcos Martín, vicepresidente de la Asociación y constructor de instrumentos de percusión africanos, hechos con algarrobo, claro. “Esto es lo que nos da identidad como luthiers argentinos... un djembé hecho con madera de acá no suena como el de Africa, pero suena bello.”

La muestra, que también incluirá un homenaje a Walter Malosetti a través del Ricardo Pellican Trío y la violinista Sophie Lussi (hoy a las 19 en el auditorio Borges), contará con las charlas especializadas sobre xilófonos, a cargo de Juan Sabellini (domingo a las 14 en el aula 1); sobre diferentes métodos de construcción de guitarras, por Julio Malarino (domingo a las 15.30 en el aula 2), y sobre sonidos solfeggios, a cargo de Aurelio Volver (mismo día, misma hora, pero en el aula 1), entre otras que arrojarán luz sobre instrumentos de cuerda de orquesta, medievales, renacentistas y barrocos; guitarras clásicas, acústicas y eléctricas; aerófonos barrocos y autóctonos; cordófonos autóctonos; instrumentos de percusión, de teclado renacentistas y barrocos. “Van a estar los mejores luthiers del país para cada instrumento, como Sebastián Núñez, que viaja especialmente desde Holanda para hablar de los instrumentos antiguos que construye, y también va a haber lugares especiales para escuchar con minuciosidad instrumentos que así lo requieren, como el violín”, informa Nigrelli. “La verdad que es importante informar sobre este trabajo, porque en los instrumentos seriados el músico se tiene que adaptar al instrumento; en cambio en nuestro caso, nosotros hacemos que el instrumento se adapte al músico”, finaliza.